DROGAS: Brasil rechaza por irrisoria ayuda financiera de EEUU

Brasil decidió renunciar a la ayuda financiera de Estados Unidos comprendida en el acuerdo bilateral de cooperación para combate al narcotráfico, por considerarla irrisoria y fuente de problemas.

La ayuda es de un millón de dólares anuales, pero se reduce a poco más de 600.000 en términos netos, porque una parte se reserva para al equipo de la embajada estadounidense que administra la donación, explicó a IPS el secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, Milton Seligman.

El plan nacional contra las drogas tiene un costo anual de 500 millones de dólares, según calculó Seligman. A la Policía Federal se asignan 150 millones de dólares, y de 200 a 220 millones corresponden a las policías provinciales y los sistemas de salud y prevención.

Además, están en marcha programas de modernización de la Policía Federal y del servicio de control de fronteras, que tienen asignados 685 millones de dólares en cuatro años.

Ante esas sumas, 600.000 dólares están "fuera de proporción" y solo complican una relación "muy buena institucionalmente", dijo Seligman.

El funcionario aclaró que el acuerdo de cooperación entre Brasil y Estados Unidos permanece en vigor y se traduce en intercambio de informaciones y tecnologias, entrenamiento y proyectos de prevención.

La suma en cuestión también es insignificante comparada a las que Estados Unidos aporta a otros países sudamericanos, señaló Seligman. En el año fiscal concluído en septiembre, Washington concedió 50 millones de dólares y 15 aviones a Bolivia, 30 millones y seis helicópteros a Colombia y 31 millones de dólares a Perú.

La decisión de rechazar la ayuda financiera a partir del año fiscal que empieza este més es "técnica y no política", y no afectará las relaciones bilaterales, aseguró el vicecanciller Sebastiao do Rego Barros.

Seligman dijo que el Ministerio de Justicia evaluó que los costos superan los beneficios. Además de los gastos administrativos, que en el año concluido ascendieron a 290.000 dólares, la ayuda supone obligaciones, como el pago de salarios a agentes es tadounidenses en Brasil.

La embajada de Estados Unidos en Brasilia emitió una nota señalando haber conocido con "sorpresa y decepción, por la prensa", que las autoridades brasileñas cuestionaron "la utilidad del programa conjunto de cooperación y asistencia, de larga existencia en el combate al crimen y al narcotráfico".

La embajada aseguró que el gobierno de Brasil no le comunicó el deseo de poner fin al programa, que en 22 años representó un aporte de 16 millones de dólares en equipos, apoyo operacional y entrenamiento.

El incidente diplomático, aunque limitado al aspecto financiero, se suma a numerosas discrepancias que oponen a Brasil y Estados Unidos en materia de combate a las drogas.

Brasil se niega a incorporar sus fuerzas armadas a la lucha directa contra el narcotráfico y rechaza la estrategia basada en la represión de la producción de estupefacientes, dos propuestas que Estados Unidos intenta imponer en el continente.

El Ministerio de Justicia procura tener las manos libres para desarrollar su propia poltica, sin una asistencia financiera estadounidense que implica compromisos, como el aumento de controles en los aeropuertos de salida del país.

Tanto la embajada de Estados Unidos como la cancillería brasileña destacaron que las relaciones bilaterales están en su mejor momento. Pero los dos países mantienen diferencias, especialmente en el área comercial.

Estados Unidos acaba de anunciar una investigación sobre el régimen automotor brasileño, que impone barreras a la importación de vehículos y estimula la inversiones en la industria nacional.

Por su parte, Brasil solicita la eliminación de los sobrearanceles que Estados Unidos impone a su exportación de acero y jugo de naranja. En el primer caso son injustificados, porque se aplicaron para compensar subsidios suprimidos al privatizarse el sector siderúrgico, argumenta Brasilia.

En las negociaciones para crear el Area de Libre Comercio de América, Brasil también se opone a la propuesta estadounidense de un rápida acuerdo basado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y parece triunfar su defensa de un proceso gradual, respaldado en los bloques subregionales.

En el caso del combate al narcotráfico, las dos partes "tienen objetivos idénticos", aseguró Seligman.

Superada la reacción inicial de Washington ante la decisión brasileña, la cooperación se restablecerá "en otro nivel, entre iguales", confía el funcionario, que tiene rango de viceministro. (FIN/IPS/mo/ff/ip/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe