DESARROLLO: Expertos de todo el mundo defienden ayuda oficial

Medio centenar de expertos en cooperación para el desarrollo, reunidos en un simposio que acaba de concluir en Berlín, reclamaron que las naciones industrializadas aumenten – en lugar de volver a reducir- los niveles de ayuda oficial al desarrollo (ODA).

"Los actuales recortes de la ODA son por cierto un mal síntoma", advirtió Uwe Holtz, uno de los más destacados expertos alemanes en desarrollo, que participó del encuentro con colegas de 22 países de Europa, Africa, Asia y América Latina.

"Esos recortes contradicen los compromisos adquiridos en el marco internacional", añadió. Los expertos opinaron que los países industrializados deben elevar el nivel de la ODA a la tasa mínima de 0,7 por ciento de su producto interior bruto (PIB), fijada por la Asamblea General de la ONU hace tres décadas.

Al informar sobre el simposio que terminó este martes en la histórica capital de Alemania, Holtz dijo que los expertos llegaron a un consenso sobre la necesidad de evitar el envío de "señales negativas" al mundo en desarrollo.

Holtz -actualmente profesor en la Universidad de Bonn- fue miembro del Parlamento alemán por el Partido Socialdemócrata y presidió durante 20 años la comisión de cooperación económica del Bundestag, la cámara baja.

El simposio reunió expertos de Bolivia, Brasil, Chile, China, Costa Rica, Ecuador, Eritrea, Georgia, Ghana, India, Kazajstán, Corea del Sur, México, Namibia, Nepal, Pakistán, Palestina, Filipinas, Eslavaquia, Tanzania, Turquía y Zambia.

A su término el encuentro recomendó que la cooperación al desarrollo se centre en el combate a la pobreza, el estímulo a la democracia, la vigencia del Estado de Derecho y el respeto a los derechos humanos, para lo cual es necesario el aumento de la ODA.

La reunión fue organizada por la Sociedad Alemana para el Desarrollo Internacional, por encargo del Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), en el Palacio Bellevue, residencia oficial berlinesa del presidente federal Roman Herzog.

El evento fue parte de una campaña iniciada por el ministro para la Cooperación Económica y el Desarrollo, Carl-Dieter Spranger, con la finalidad de movilizar a la opinión pública en favor del fortalecimiento de la cooperación para el desarrollo.

Spranger pertenece a la Unión Social Cristiana, el partido bávaro hermano de la Unión Demócrata Cristiana -que lidera el jefe del gobierno, canciller federal Helmut Kohl- la cual gobierna en coalición con el Partido Liberal Democrático.

Según ha trascendido, Spranger quedó decepcionado cuando las medidas de austeridad tomadas por el gobierno determinaron el recorte del presupuesto del BMZ para 1997 en 4,2 por ciento, quedando reducido al equivalente de 4.800 millones de dólares.

Los recursos que Alemania destina a la ODA -tanto en forma bilateral como a través de mecanismos multilaterales- declinaron en términos de su proporción sobre el PIB, de 0,42 por ciento en 1990, a 0,40 por ciento en 1991.

Volvieron a caer, a 0,38 por ciento, el año siguiente, a 0,36 por ciento en 1993 y a 0,33 por ciento en 1994.

En 1994 -último año del que existen datos confiables sobre la relación ODA/PIB- el promedio de la ayuda oficial al desarrollo otorgada por 21 países industrializados no fue superior a 0,30 por ciento de su producto interior bruto.

Esos países forman parte del Comité de Asistencia al Desarrollo de la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo, que tiene sede en París.

Con palabras que fueron interpretadas como un "apoyo sincero" al aumento de la ODA, Herzog dijo este martes, en la sesión de clausura del simposio, que "el mayor reto a la actual política de desarrollo es la pobreza masiva en todo el mundo".

El Presidente recordó que el número de pobres absolutos -con ingresos inferiores a un dólar por día- fue estimado por el Banco Mundial en 1.300 millones de personas y sigue aumentando.

Para sorpresa de sus colegas alemanes, los expertos de 22 países de los cinco continentes estuvieron de acuerdo en la necesidad de preservar la existencia de un Estado democrático.

En ese sentido afirmaron que un Estado basado en el imperio del Derecho, que garantice la libertad de expresión y los derechos de la oposición, es "una absoluta necesidad, incluso para países con diversos antecedentes socioculturales".

Los participantes concordaron en que estos principios se aplican también a sociedades y Estados de América Latina, Africa y Asia, lo mismo que a los países de Europa central y oriental que experimentan el tránsito de la economía socialista a la economía de mercado libre.

"La democracia, el desarrollo y la defensa de los derechos humanos son inseparables entre sí y se refuerzan recíprocamente", concluyeron los congregados.

Tanto los expertos alemanes como los extranjeros destacaron la necesidad de promover la cooperación regional entre los países en desarrollo como forma de fortalecer su poder de negociación en los foros internacionales.

También coincidieron en que los modelos de desarrollo de las naciones industriales no deben ser mundializados. En su opinión la humanidad se enfrentaría en breve a un desastre ecológico si todos los pueblos del planeta vivieran de acuerdo a esos modelos. (FIN/IPS/tra-en/raj/fn/arl/dv/96

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