DESARME: Indonesia duda en comprar cazabombarderos de EE.UU.

Indonesia tomó distancia de una multimillonaria operación de venta de armas mediante la cual Estados Unidos está tratando de venderle 28 cazabombarderos F-16.

El problema es que el Congreso estadounidense ha demorado esa venta a Jakarta.

La administración del presidente Bill Clinton se vió obligada a poner el acuerdo en el refrigerador debido a las preocupaciones del Congreso sobre derechos humanos en Indonesia. El subsecretario de Estado, Winston Lord, dijo que la cuestion sera reformulada ante la nueva legislatura que surja tras las presidenciales de noviembre.

Visiblemente irritada, Indonesia dijo ahora que no estaba demasiado entusiasmada acerca la compra de los aviones.

"Déjenme poner las cosas muy en claro. Nunca pedimos los aviones de combate y no los necesitamos", declaró el martes en la ONU el ministro indonesio de Exteriores, Alí Alatas. "Está bien, si no quieren vendernos los cazas, no hay problema. Nunca los pedimos".

Alatas dijo que cuando el presidente indonesio Suharto estuvo en Washington en octubre pasado, se le dijo en el curso de las conversaciones "a propósito, tenemos algunos cazas F-16, ¿quieren comprarlos? Podemos hacer un buen negocio…"

"Yo estuve presente cuando se hizo la oferta y el presidente Suharto respondió 'muchas gracias pero no es una de nuestras prioridades de desarrollo. Ya tenemos un escuadrón de F-16…', y pasó a otro tema".

Alatas señaló que Washington convenció al gobierno indonesio en conversaciones posteriores, haciendo ver que se trataba de una oferta que no podía rechazar porque era demasiado ventajosa.

El ministro atribuyó las trabas del Congreso a "versiones muy exageradas de lo que ocurre dentro de Indonesia".

Interrogado si Jakarta compraría los aviones en caso que se los ofrecieran de nuevo el año próximo, respondió: "Sí, si la oferta original se mantiene, los compraríamos. En todo caso, podemos encontrar otros lugares donde adquirir cazabombarderos, si es que realmente los necesitamos…"

Los F-16 fueron originalmente destinados a Pakistán, que los compró en 1990. No obstante, el Congreso bloqueó la entrega de los aviones a ese país.

La enmienda Pressler, la legislación patrocinada por el senador republicano Larry Pressler, condicionó la entrega de los aviones a una certificación de la Casa Blanca en el sentido que Pakistán no está desarrollando armas nucleares.

Como la administración Clinton no pudo dar garantías, los aviones de combate fueron ofrecidos a Indonesia, Arabia Saudita y Filipinas. Hasta ahora, solo Indonesia mostró algún interés.

Pakistán espera recuperar el dinero que pagó por los F-16 si Washington consigue venderlos en otra parte.

"Los funcionarios paquistaníes sostienen que la diferencia de precio entre lo que pagaron por cada avión en 1990, y el costo a Indonesia, debería ser cubierto por el Pentágono (el ministerio estadounidense de Defensa)", dijo el periódico Defense News en Washington.

Indonesia aceptó pagar solamente un máximo de nueve millones de dólares por cada aparato actualmente almacenado en un depósito estatal de Arizona. Pakistán pagó 23 millones de dólares por cada uno de los 28 cazas F-16.

Entretanto, organizaciones humanitarias en Washington objetaron la venta de armas estadounidenses así como las donaciones para entrenamiento militar a Indonesia.

"No hemos adoptado una posición solo por los F-16, sino sostenemos que Estados Unidos no debe brindar armas o entrenamiento a Indonesia", dijo Mike Jendrzejczyk, de Human Rights Watch/Asia.

La Red de Acción de Timor Oriental, basada en Nueva York, que protestó por el uso de armas estadounidenses contra los pobladores de esa isla del Mar de Java, dijo que Jakarta estaba tratando de obtener préstamos con bajo interés y concesiones para facilitar la venta de los aviones de combate.

Bajo una propuesta, Indonesia pretende que Estados Unidos complemente la venta de F-16 gastando el 30 por ciento de sus ganancias en partes de recambio para aviones y material militar fabricado por Jakarta.

Desde 1989, Indonesia ha manufacturado componentes de F-16, incluyendo puertas de acceso al avión, estructuras para armas y combustible, y planos de aterrizaje. El contrato fue parte de un acuerdo de compensación por el 35 por ciento del costo de 12 F-16 que Indonesia adquirió en 1986.

Pese a las objeciones de los grupos humanitarios, la administración Clinton reanudó el entrenamiento militar que había sido suspendido en 1992. Aduciendo que la situación de derechos humanos mejoró, Washington decidió en 1995 continuar el programa internacional de entrenamiento y educacion militar (IMET).

Estados Unidos aportó 600.000 dólares en 1996 y cerca de 800.000 para 1997 bajo el programa IMET. La administración Clinton tambien propuso 26,2 millones de dólares en ventas de armas a Indonesia en 1996, en comparación a los 4,6 millones fijados el año anterior. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/ego/ip).

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