CUBA: Llegada de huracán Lili paraliza actividades

Cuba amaneció hoy paralizada en espera de Lili, una tormenta tropical que gana en intensidad y amenaza con convertirse en huracán antes de llegar a la mayor de las islas del Caribe.

Las autoridades dispusieron el receso de las escuelas, en la esfera laboral trabajan sólo los imprescindibles y la red comercial cerró sus puertas con la excepción de algunos establecimientos de venta en alimentos normados a la población, como pan y leche.

Conrado Martínez, presidente del Poder Popular (parlamento) para la capital cubana, informó que el plan de evacuación incluye a 86.000 personas, de las cuales unas 60.000 serán evacuadas "escalonadamente".

Unos 1.700 turistas que vacacionaban en un cayo al sur de La Habana fueron trasladados por vía aérea a otras instalaciones turísticas, situadas en lugares catalogados como "seguros" dentro del territorio nacional.

"La situación más peligrosa para La Habana son los derrumbes", dijo Esteban Lazo, secretario del gobernante Partido Comunista, durante una reunión convocada por Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

El plan de evacuación priorizará a los habitantes de 5.761 edificaciones catalogadas como críticas en cuatro municipios de La Habana, donde se concentra la mayor cantidad de las viviendas reportadas en mal estado o en peligro de derrumbe en todo el país.

"Lo más recomendable es no retornar a los hogares inmediatamente después de restablecidas las condiciones climáticas normales", subrayó el ministro de la Construcción, Juan Mario Blanco.

Según la emisora Radio Reloj, la mayoría de los evacuados el miércoles en la capital decidieron retornar a sus hogares cuando cesaron las lluvias, justo en el momento considerado más peligross por el proceso de contracción que sufren las edificaciones.

El Estado Mayor de la Defensa Civil activó todos sus consejos provinciales, extendió la fase de emergencia a las provincias centrales de la isla y recomendó a la población mantenerse informada y seguir todas las orientaciones contra desastres.

Mientras la mayoría de las personas tratan de no salir de sus hogares, los consejos locales de defensa movilizan las fuerzas necesarias para recoger escombros y tomar las medidas de protección en los principales enclaves económicos.

"Entramos en un compás de espera", dijo José Rubiera, jefe del departamento de Pronósticos del Instituto de Meteorología, al informar que desde la tarde del miércoles Lili empezó a avanzar muy lentamente.

Según los cálculos realizados por los diversos centros de observación en la región del Caribe el fenómeno meteorológico, que surgió como depresión tropical el martes, alcanzará vientos superiores a los 118 kilómetros por hora.

El diario Granma informó que en la madrugada de este jueves Lili estaba "muy próxima a convertirse en huracán", con vientos máximos sostenidos de 105 kilómetros por hora y una presión mínima central de 994 hectopascales.

Rubiera alertó que la "demora" de Lili alejará en unas horas sus efectos, pero probablemente los agravará, por lo que la situación para Cuba sigue siendo catalogada como "altamente peligrosa".

Hasta el momento la agricultura nacional reporta pérdidas en semilleros de tabaco, la detención de la siembra y de la preparación de tierra a causa de la humedad de los suelos y atrasos en las cosechas de arroz y café.

Varios territorios orientales decretaron alerta cafetalera y movilizaron fuerzas voluntarias para cosechar la mayor cantidad posible del café, ya maduro en las plantas, antes del paso de las aguas.

Fuentes de la empresa eléctrica informaron en La Habana que con la llegada de Lili no se esperará la producción de accidentes para cortar la electricidad sino que se procederá a hacerlo en dependencia de las condiciones del tiempo.

La llegada de octubre es asociada en Cuba con los ciclones. Según el Instituto de Meteorología 36 huracanes cruzaron las isla desde ese mes de 1980. Entre ellos se encuentran los ciclones más intensos sufridos por los cubanos.

Sin embargo, hace más de 20 años que no se registra huracán en octubre. Mientras los cubanos recuerdan como "desastroso" el paso de la llamada "tormenta del siglo", en marzo de 1993, el último huracán que azotó de manera directa a la isla fue el Kate, en noviembre de 1985. (FIN/IPS/da/dg/en/96

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