CHINA: Tráfico con Hong Kong corre por tramos separados

Hubo una desaceleración de los proyectos de construcción en China, pero los visitantes de la Zona Económica Especial (SEZ) de Shenzhen, en la frontera con la colonia británica de Hong Kong, nunca podrían darse cuenta de lo que ocurre.

Autopistas y puentes fueron construídos a un ritmo frenético y Shenzhen parece en su totalidad un enorme complejo urbano.

La razón es que, cuando la colonia británica sea devuelta a China el 30 de junio de 1997, Shenzhen espera un gran aumento en el volumen de tráfico entre Hong Kong y la SEZ, y hacia otras partes del interior de China.

También del lado de Hong Kong, carreteras, ferrovías, puentes y pasajes, sin mencionar el mastodóntico aeropuerto, están siendo construídas lo más rápidamente posible, antes de la medianoche del 30 de junio, cuando se marche la administración colonial.

A pesar de los miles de millones de dólares gastados en conexiones de transporte, las prioridades de las dos partes son divergentes, no obstante que despues de 1997 Shenzhen y Hong Kong constituirán un enorme conurbano.

Las ciudades chinas vecinas a Hong Kong, como Shenzhen y Zhuhai, han elaborado grandiosos programas para ligar sus economías a la opulenta Hong Kong. Todos los puentes y caminos conducen al territorio que pasará a manos de Beijing.

"Calculamos que el tránsito carretero en la frontera aumentará de 56.000 a 70.000 vehículos por día en el 2006, de los actuales 25.000 diarios", apuntó Li Dacheng, vicealcalde del gobierno municipal de Shenzhen, quien es partidario de una vasta red caminera entre la SEZ y Hong Kong.

En Zhuhai, la construcción del puente de 27 kilómetros que une la ciudad con los llamados Nuevos Territorios Occidentales comenzó el año pasado, a pesar de que, en su momento, no se acordó con qué parte de Hong Kong quedará unido.

Otro puente fue propuesto por el equipo industrial chino de Shekou en la embocadura del Río Pearl, al norte de Shenzhen, para conectar esa área con los nuevos territorios de Hong Kong. El gobierno de la colonia no recibió ninguna notificación formal de esos proyectos, aunque las obras comenzaron en el lado chino.

Las autoridades municipales de Shenzhen tambien hablan de un sistema de tren subterráneo para unir la ciudad con su nuevo aeropuerto en el norte. El gobierno de Hong Kong dijo que tampoco sabe nada de esos planes, si bien ambas partes proyectan puentes, ferrocarriles y caminos sin una idea clara de su nexo fronterizo.

El alcalde de Shenzhen tambien puso en discusión planes para construir un puente ferroviario de 5,3 kilómetros que ligue a la SEZ con la parte occidental de los Nuevos Territorios de Hong Kong, conocidos como Yue Long.

Por su parte, el gobierno de Hong Kong siente que debe resolver primero el embotellamiento dentro de la colonia antes de dar prioridad a las conexiones con la frontera. Prefiere construir un nueva línea ferroviaria hacia el noroeste de los Nuevos Territorios donde percibe que existe mayor necesidad.

El problema con esa extensión ferroviaria es que las autoridades de Shenzhen dicen que el tráfico es demasiado pesado para construir una línea ferroviaria de conexión en su lado de la frontera.

Los funcionarios chinos señalan la arrogancia británica cada vez que se trata de vínculos ferroviarios con el interior del continente. Los funcionarios de transporte de Hong Kong fueron criticados por sugerir que aquellos que desean viajar a China "pueden apearse del tren y usar el autobus".

Un funcionario de transporte de Hong Kong declaró que "si bien las conexiones a través de la frontera son importantes, no constituyen una prioridad del plan (occidental)".

Hong Kong todavía está tratando de rectificar los errores cometidos en los años '70 y '80, se levantaron grandes poblaciones en los Nuevos Territorios en lugar de mirar hacia China, señaló un funcionario de la colonia.

Para Hong Kong, la conexión más importante con China es por medio del planeado Ferrocarril del Corredor Occidental, que costará miles de millones de dólares y unirá el puerto de la colonia con el interior de China y las áreas de desarrollo particularmente acelerado como Wuhan. También llegará a Shenzhen por un puente.

Sin embargo, Victor Sit, del Departamento de Geografía de la Universidad de Hong Kong, dijo que la carga mediante el ferrocarril occidental solo llegará hasta la frontera. "Despues de eso, quedará atascada en el lado chino", acotó, indicando que la infraestructura local es inapropiada.

En agosto, el nuevo ferrocarril Beijing-Kowloon con 2.400 kilómetros de rieles que unirá Hong Kong con la capital china en 48 horas fue abierto con gran fanfarria por parte de los chinos. Fue completado en tres años, una muestra de la importancia que le adjudicaron los gobernantes de Beijing.

La línea está considerada primordialmente por los chinos como una conexión de carga. Fue diseñado para unirse al ferrocarril Kowloon-Canton de Hong Kong, que es una línea de pasajeros pendulares en el corazón de Kowloon. Además, es el único vínculo ferroviario entre Hong Kong y China, y los expertos creen que pronto quedará saturado.

Esto todavía está por verse. Por el momento, el ferrocarril Kowloon-Beijing comienza en Shenzhen y los pasajes solo pueden ser adquiridos en el lado chino de la frontera. No obstante, si la economía de Hong Kong verdaderamente se integra a la de China, el trafico sobre esta línea podría ser tremendo, opinaron analistas.

China, hasta ahora, ha rehusado endosar el proyecto de la línea del corredor occidental, que podría ser una ruta alternativa hacia China. Beijing lo considera un complot británico para vaciar las arcas de Hong Kong. El costo estimado del proyecto es de 10.000 millones de dólares.

La línea Kowloon-Beijing, mucho más larga, fue construida por una fracción de esa cantidad.

El año pasado se formó un grupo coordinador de alto nivel chino- británico para acelerar el desarrollo de infraestructuras y evitar propósitos conflictivos.

Desde entonces, las reuniones ayudaron a lograr acuerdos sobre puntos terrestres provisorios para el nuevo puente Lingdingyang, entre Zhuhai y los nuevos territorios, y la conexión carretera occidental de Shenzhen, si bien deberán realizarse estudios técnicos para verificar el impacto sobre los actuales sistemas de Hong Kong.

Un funcionario de transporte chino observó que "al menos las autoridades británicas de Hong Kong comprendieron que si la colonia pasa a ser parte de la madre patria en 1997, sus objetivos de transporte no deberían seguir corriendo por tramos separados". (FIN/IPS/tra-en/ys/cpg/ego/ip-tr).

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