Las autoridades de turismo del Caribe deberán poner en práctica en los próximos seis meses un plan para minimizar el impacto de la clausura de aerolíneas regionales y trasladar a los turistas a la región.
Si no se encuentra una solución antes de la próxima estación invernal, la industria, mayor fuente de divisas para la mayoría de las islas de la región, habrá entrado en crisis, advirtió la Organización Caribeña de Turismo (CTO).
La región obtiene en conjunto unos 9.800 millones de dólares anuales de la industria, y atrae alrededor de 14 millones de visitantes.
La preocupación aumentó tras el fin de operaciones de Carib Express después de sólo un año de operaciones, la caída de la empresa LIAT, con serios problemas financieros, y el anuncio de que la BWIA, basada en Trinidad y Tobago, deberá recortar sus vuelos tras grandes pérdidas.
La mala administración de las aerolíneas es la razón principal de las pérdidas sufridas, aseguran analistas.
Los nueve aerotransportistas caribeños son Air Jamaica, ALM Antillean Airlines, Air Aruba, Bahamasair, BWIA international, Cayman Airways, LIAT y Suriname Airways.
Los gobiernos accionistas son Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Bonaire, las islas Caimán, Curacao, Dominica, Grenada, Guyana, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Martín, San Vincente y Granadinas, Suriname y Trinidad and Tobago.
Si todas las aerolíneas operaran a los niveles que son capaces, la industria del turismo no estaría amenazada como resultado del transporte aéreo insuficiente e inadecuado, afirman observadores.
Pero mientras autoridades del turismo unen esfuerzos para encontrar modos de trasladar a los turistas a las islas, al menos tres países se disponen a beneficiarse con Air Jamaica, la cual anunció que a partir de febrero viajará varias veces a la semana a Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Barbados.
No obstante, la aerolínea señaló que aún espera de Estados Unidos autorización para operar vuelos directos desde ese país.
Air Jamaica tuvo problemas con la Autoridad Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos a partir de octubre del año pasado, cuando fue catalogada en la Categoría Dos, debido a que el Departamento de Aviación Civil de la isla no alcanzaba las normas internacionales.
La clasificación determinó que la aerolínea no pudiera viajar con nuevos aviones a Estados Unidos, ni abrir nuevas rutas.
La compañía recibió un duro goloe, ya que acababa de adquirir cuatro nuevos aviones A320-200 para reemplazar a los Boeing 727- 200, en funciones desde hacía 21 años, y de mayor gasto de combustible y mantenimiento, perdiendo unos dos millones de dólares al mes.
Aunque la Categoría Dos permanece en efecto, las condiciones se suavizaron tras la intervención del gobierno, y la aerolínea tiene luz verde desde abril, volando ahora con sus nuevos aviones en nuevas rutas.
La aerolínea, que registró grandes pérdidas bajo propiedad gubernamental, fue privatizada en noviembre de 1994.
Los planes de Air Jamaica de volar a las tres islas fueron acogidos con entusiasmo por sus autoridades, que intentan reflotar la industria turística tras la devastación de hoteles y playas causada por huracanes el año pasado.
"La conexión con Atlanta es muy significativa para Barbados. Abrirá grandes posibilidades no sólo en el sur de Estados Unidos, sino también en la costa oeste", dijo Earlyn Shuffler, presidenta de la Autoridad de Turismo del ese país.
Barbados ha ganado unos 600 millones de dólares de la industria turística desde comienzos de este año, y proyecta ganancias de 1.400 millones de dólares para todo 1996.
El ministro de Turismo de Santa Lucía, Romanus Langsiquot, dijo que Santa Lucía lleva adelante una campaña para atraer más vuelos de Air Libertede, de Francia, que comenzarán el 25 de octubre.
Antigua y Barbuda también recibió con satisfacción la noticia, ya que busca reconstruir su industria despúes que el huracán Luis causara destrozos el año pasado, dañando a casi todos los hoteles, mientras el muelle de Heritage, donde los pasajeros de barcos hacen compras y se dedican a los juegos de azar, resultó completamente destruido.
El turismo representa 60 por ciento del producto bruto interno (PIB) del estado de dos islas, y emplea directa e indirectamente a casi 50 por ciento de su fuerza de trabajo.
La industria caribeña aún puede mejorar. Según Arley Sobers, director de Información e Investigaciones de CTO, la región "recibe dos millones de turistas de Europa, que sólo son uno por ciento de ese mercado. Nuestra penetración es insuficiente". (FIN/IPS/tra-en/bb/cb/lp/if/96