Ministros del Caribe se reunirán a fines de este mes en Trinidad y Tobago para discutir por primera vez formas de reducir la pobreza que azota a los países de la región.
La situación es apremiante, dado que 38 por ciento de los seis millones de habitantes del Caribe anglófono vive por debajo de la línea de pobreza, y en Haití, de habla francesa -considerado el país más pobre del continente americano-, la proporción asciende a 65 por ciento.
El problema se debe a factores interrelacionados como el bajo crecimiento económico, la inestabilidad macroeconómica, deficiencias en el mercado laboral, productividad limitada y bajos salarios en el sector informal, según un estudio del Banco Mundial.
La reunión de Trinidad y Tobago se enmarca en un mandato de la Cumbre de Desarrollo Social celebrada en 1995 en Copenhague, que exhortó a los gobiernos del mundo a poner en práctica planes de erradicación de la pobreza para fines de este año.
El encuentro, patrocinado por la oficina subregional de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), estudiará la situación de cada país y elaborará un plan de acción para abordar el problema.
"Creemos que el encuentro realmente ofrecerá a los ministros la oportunidad de acordar temas sociales de prioridad nacional mediante un proceso de sensibilización a asuntos de desarrollo humano y social", manifestó Barbara Boland, subdirectora de CEPAL.
Además, la reunión "permitirá a los gobiernos articular coherentemente un plan que les permita desarrollar sus propios programas de acción", agregó.
Asha Kambon, funcionaria de Asuntos Sociales de CEPAL, señaló que el encuentro también constituirá una oportunidad para coordinar acciones contra la pobreza que ya tienen lugar a nivel gubernamental, no gubernamental y privado.
Es evidente que tales acciones no están adecuadamente coordinadas y que la base de información regional es aún muy débil "para permitir a los gobiernos planificar sus estrategias y lograr resultados positivos", resaltó Kambon.
Observó también que "muchas de las acciones en curso corresponden a la categoría de alivio o mitigación de la pobreza, y muy pocas a desarrollo humano". Los ministros intentarán revertir esta situación para dar lugar a un desarrollo verdaderamente sostenible.
Sonia Cuales, otra funcionaria de Asuntos Sociales, destacó que, aunque los mandatos de la Cumbre de Copenhague aún son prioritarios, existen dificultades, porque "varios proyectos dependen de la financiación externa, pero los fondos de las agencias internacionales se están agotando".
Cuales es partidaria de programas que ofrezcan soluciones a largo plazo. Los actuales proyectos "permiten a la gente salir del paso", pero "no les ofrecen la esperanza de dejar algún día de ser pobres", señaló.
La elaboración de un ataque a la pobreza sistemático e integrado continúa siendo una deuda pendiente en el Caribe, según otros observadores.
El informe sobre Desarrollo Humano 1996 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señala que, aunque el crecimiento económico amplía la base para la satisfacción de las necesidades humanas, el grado de satisfacción depende de la distribución de recursos y oportunidades, especialmente de empleo.
CEPAL, en colaboración con otras agencias regionales e internacionales, propuso un enfoque integrado del desarrollo, con políticas económicas que favorecen el crecimiento y la igualdad social y políticas sociales tendentes a aumentar la productividad y la eficiencia.
El enfoque propuesto por CEPAL se centra en el progreso técnico, el empleo productivo, salarios justos, inversión en recursos humanos y búsqueda de consenso. El argumento subyacente es que los objetivos de crecimiento e igualdad deben promoverse simultáneamente.
El encuentro ministerial del Caribe tendrá lugar entre el 20 de octubre y el 1 de noviembre, y participarán de él más de 120 representantes de 23 países caribeños, además de varias organizaciones nacionales, regionales e internacionales.
Los ministros revisarán temas específicos relacionados con la pobreza, estudiarán estrategias para su erradicación e identificarán acciones prioritarias. Se prevé que varias organizaciones de ONU presentarán ponencias. (FIN/IPS/tra-en/pr/wg/cb/ml/dv/96