BRASIL: Alcohol determina futuro de mercado mundial de azúcar

Las decisiones de Brasil sobre el alcohol carburante determinarán el futuro del mercado mundial del azúcar, que se encuentra en baja, ante previsiones de una producción superior al consumo.

Brasil destina sólo un tercio del volumen de caña cosechado a la producción de azúcar, un rubro en el que es el mayor exportador mundial. El resto se convierte en alcohol, explicó Luiz Custodio Cotta Martins, ex secretario ejecutivo del Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe Exportadores de Azúcar.

El programa de alcohol carburante (Proalcohol), que suministra el combustible para 4,2 millones de automóviles brasileños, es "el regulador del mercado mundial" de azúcar y su eliminación sería un desastre, advirtió Martins, que encabeza ahora el gremio de productores de azúcar y alcohol del estado de Minas Gerais.

El plan para el año azucarero brasileño, que transcurre de mayo a abril, consiste en repetir la exportación de 5,2 millones de toneladas del período anterior, el volumen máximo exonerado de impuestos. Pero Martins cree que el total será de 5,5 millones de toneladas.

El sector azucarero presiona el gobierno en procura de la reactivación del Proalcohol, amenazado de muerte natural. Ante la falta de estímulos oficiales, la industria automovilística ya no fabrica vehículos adaptados al uso de alcohol carburante.

Los automóviles impulsados por alcohol hidratado llegaron a ser en la década pasada más de 90 por ciento de las unidades salidas de las plantas de montaje. Los subsidios se redujeron y hoy el combustible alternativo cuesta sólo 20 por ciento menos que la gasolina, ante 35 por ciento en momentos de pleno estímulo.

Con el retiro de los más antiguos, la flota de automóviles impulsados únicamente por álcohol hidratado se redujo de 4,5 a 4,2 millones y continuará en descenso, señaló Martins.

El alcohol también se utiliza como agregado a la gasolina, en la proporción de 22 por ciento, sustituyendo al plomo, que provoca graves daños ambientales.

Pero esa variedad, o de alcohol anhidro (sin agua), representa sólo 4.000 millones de litros, mientras el consumo de alcohol hidratado, empleado aisladamente, asciende a 9.500 millones de litros al año, dijo el empresario.

Si se elimina la demanda de este último, habrá caña para inundar el mercado de azúcar y alcohol anhidro, con serias consecuencias.

Ese es "un problema del gobierno", que impulsó el Proalcohol como parte de su poltica energética y no puede ser tan "irresponsable" como para derribar el sector, destacó José Pilon, presidente de la Asociación de Industrias de Azúcar y Alcohol de Sao Paulo, el estado de mayor producción nacional.

El gobierno intenta completar la retirada del Estado de la economía del alcohol de caña de azúcar, que hasta la década pasada estaba totalmente bajo su control. Pero debe hacerlo "a largo plazo, discutiendo mecanismos" con el sector, demandó Pilon.

La incertidumbre ante el destino del Prolcohol afectan el mercado, pero no es posible modificar rápidamente los planes de producción.

La cosecha record de este año, de 270 millones de toneladas de caña, frente a 250 millones en la campaña anterior, es resultado de decisiones tomadas hace más de cinco años, explicó el líder empresarial.

En general, la economía azucarera se liberó de la fuerte intervención estatal del pasado, pero la política gubernamental aún puede determinar tendencias del mercado.

Las presiones a la baja de las cotizaciones internacionales se basan en una producción mundial estable, de 123,8 millones de toneladas, para un consumo de 121,3 millones, segn las estimaciones de la Organización Internacional del Azúcar.

América Latina y Caribe son los grandes productores de excedentes exportables de azúcar, encabezados por Brasil, con una cosecha esperada de 14 millones de toneladas este año y exportación de 5,2 millones.

Cuba, una excepción en el proceso de liberalización del mercado, tiene su producción estancada en cerca de 4,5 millones de toneladas de azúcar y puede exportar 3,5 millones, calculó Martins. Colombia y Guatemala componen un segundo grupo regional con cerca de un millón y 800.000 toneladas, respectivamente, para exportar.

Se trata de un producto económica y socialmente importante para la región. Sólo en Brasil, la industria del azúcar representa 1,2 millones de empleos directos y 2,2 por ciento del producto interno bruto, además de ingresar más de 1,5 millones de dólares por exportaciones. (FIN/IPS/mo/ff/if/96

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