La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, la central sindical que realizó la semana pasada un paro de 36 horas, advirtió hoy que podría convocar una nueva huelga, de 48 horas, si persiste lo que calificaron como una ofensiva oficial contra los derechos de los trabajadores.
El secretario gremial de la central, Hugo Moyano, anticipó que "muchos dirigentes están de acuerdo en un paro de 48 horas que se realizaría a fines de octubre o principios de noviembre" por la falta de respuesta del gobierno a los reclamos promovidos en las huelgas de agosto y septiembre.
La CGT se proclamó contra el proyecto oficial que propone flexibilizar las normas de contratación laboral, contra la desregulación de las obras sociales -las prestaciones de salud de los gremios- y contra el aumento en el transporte.
Sin embargo, el gobierno del presidente Carlos Menem, lejos de frenar sus iniciativas o intentar un diálogo, dio mayor impulso a sus propuestas de reforma luego de la última y más contundente huelga contra su administración, que se llevó a cabo la semana pasada.
La propuesta de flexibilización del gobierno, que llega esta semana al Congreso, prevé que la jornada laboral se extienda hasta 12 horas, que se elimine la indemnización por despido y se la reemplace por un fondo de capitalización.
También plantea que el empleador pueda otorgar las vacaciones cuando la empresa tenga un período de baja actividad, y de manera interrumpida, y que se fijen porciones del salario que se puedan eliminar en caso de que caiga la producción.
El presidente anunció además que en los próximos días emitirá un decreto por el cual se desregulan las obras sociales, el sistema de prestación de salud que administran los gremios mediante un fondo de 2.500 millones de dólares que se compone de aportes mensuales de los trabajadores.
El sistema alcanza a 11 millones de trabajadores y el gobierno pretende que los beneficiarios no estén cautivos de su gremio, sino que puedan optar por una obra social de otro sindicato o por algunas de las empresas de medicina privadas.
La central sindical también se pronunció esta semana contra el aumento del precio del pasaje en los ómnibus de pasajeros que rige desde el martes, y el anunciado incremento en trenes y subterráneos, y advirtió al gobierno que si aumenta el transporte deberá aumentar el salario de los trabajadores. (FIN/IPS/mv/jc/ip- lb/96