Alejado del gobierno de Carlos Menem, con el que convivió más de siete años, el ex ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, acusó hoy a los ministros de Interior y Justicia de controlar a su antojo a jueces y fiscales.
Pero la oposición desautorizó inmediatamente a Cavallo.
El presidente de la Unión Cívica Radical, Rodolfo Terragno, consideró que el ex ministro "no es el descubridor de la corrupción y la falta de justicia, sino que es corresponsable de esos delitos" por haber estado en el gobierno desde 1989 hasta hace menos de tres meses.
Terragno coincidió con el diputado Carlos Alvarez, líder del centroizquierdista Frente País Solidario.
En el oficialismo "hay dos bandas enfrentadas para ver quien tiene más corruptos", dijo Alvarez y opinó, además, que Cavallo "no tiene autoridad para enarbolar la bandera contra la corrupción".
Cavallo reveló que el ministro del Interior, Carlos Corach, le mostró un día una servilleta con una lista de jueces y fiscales, y le dijo: "estos me responden a mí, lo que yo digo, hacen".
El ex ministro de Economía, quien anunció que se lanzará en 1997 a competir como candidato a diputado por un partido nuevo, dijo que presenció una reunión en la que Corach manejaba a un juez "como a un empleado" y le ordenaba que sobreseyera al mismo Cavallo en una causa por enriquecimiento ilícito.
La denuncia tiene un antecedente. La asociación de magistrados había pedido a la Corte Suprema de Justicia que investigara si era cierta una versión según la cual los 12 jueces federales reciben un sobresueldo del Ministerio del Interior, pero el requerimiento fue desestimado.
Cavallo también apuntó contra el ministro de Justicia, Elías Jassán, de quien dijo que le ordenó al ex administrador de Aduanas, Guillermo Parino, que no apelara la excarcelación en primera instancia de un empresario acusado de contrabando.
"Con estos ministros y con el manejo que se hace de jueces y fiscales, no me siento seguro en Argentina", dijo Cavallo desde Nueva York, en diálogo con una radioemisora de Buenos Aires.
Las acusaciones de Cavallo coinciden con una ola de denuncias y detenciones por causas graves vinculadas a la corrupción, la evasión impositiva y el contrabando en gran escala, el narcotráfico y el lavado de divisas.
El ex fiscal Luis Moreno Ocampo, dueño de una empresa dedicada a detectar casos de corrupción contratada varias veces por Cavallo, dijo que en el equipo del presidente "hay gente que dice que lo acompaña cuando va contra la corrupción, pero que termina haciendo lo contrario, y eso es muy grave".
El caso más sonado de los últimos días fue la detención por narcotráfico del apoderado del futbolista Diego Maradona, Guillermo Cóppola, quien está acusado además de ser autor intelectual de un crimen en una causa en la que se menciona además al secretario privado del presidente, Ramón Hernández.
Pero también se descubrió que existía una organización que desde hace cuatro años ingresaba mercaderías al país sin pagar impuestos, un fenómeno que provocó al Estado pérdidas estimadas entre 3.000 y 6.000 millones de dólares.
Hace un año, cuando todavía era ministro, Cavallo denunció que había mafias enquistadas en el poder que evadían impuestos, contrabandeaban, practicaban el narcotráfico y el lavado de dinero, una denuncia que lo enfrentó con el presidente, miembros del gabinete, parlamentarios y periodistas.
En las últimas dos semanas, Menem se colocó a la cabeza de la lucha contra esas presuntas mafias, un gesto que fue celebrado por Cavallo.
"Me alegro que ahora el presidente quiera combatir la corrupción, eso es algo nuevo", remarcó.
Cavallo señaló ya entonces a Corach y a Jassán, y también al procurador general de la nación, Angel Agüero Iturbe, el jefe de los fiscales, que está siendo investigado por enriquecimiento ilícito, y según el ex ministro "no lucha contra las mafias".
En el mismo sentido que Cavallo se expresó este lunes el ex ministro del Interior Gustavo Béliz, quien hace ocho meses decidió abandonar el gobernante Partido Justicialista y formar una nueva agrupación a la que podría acercarse Cavallo.
"Los argentinos no le creen al presidente cuando dice que va a combatir las mafias y la corrupción porque lo ven a él como jefe o responsable de ese tipo de actitudes", dijo Béliz, quien trabajó cuatro años junto a Menem. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96
