AMBIENTE: América Central recuperará los bosques perdidos

Un corredor biólogico a extenderse desde la frontera de Panamá con Costa Rica hasta el sur de México devolverá a América Central la masa boscosa que tenía hace medio siglo, según confían gobiernos y grupos ambientalistas.

Se trata del proyecto central, en materia de conservación, de la Alianza para el Desarrollo Sostenible (Alides), firmada por los presidentes centroamericanos en 1994 y que busca convertir a la región en un modelo de desarrollo social, político y económico armonioso con la naturaleza.

No es posible determinar el área total que cubrirá el corredor, pues depende del aporte en bosques de cada país. México, por ejemplo, dispondrá siete reservas en el sur de su territorio, que abarcan los bosques tropicales de los estados de Chiapas y Quintana Roo.

La ministra de Ambiente de México, Julia Carabias, dijo a IPS que para 1997 será posible tener un primer sustrato del corredor mesoamericano, pero no será un proyecto terminado, porque permanentemente se incorporarán superficies nuevas.

El tema del corredor biológico mesoamericano fue analizado en el Congreso Mundial de Conservación, que se realiza en Montreal desde el 13 hasta el 23 de este mes, convocado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Gerardo Budowsky, director de Areas Protegidas de la Universidad para la Paz y ex presidente de UICN, dijo que América Central, por su pequeña dimensión geográfica, es ideal para establecer un corredor que una la biodiversidad del norte y el sur del continente .

Varios programas podrán ejecutarse en el corredor, de manera tal que la biodiversidad pueda ser utilizada para el desarrollo de las comunidades locales y de los países sumados al proyecto.

Budowsky indicó que puede emprenderse programas de prospección de biodiversidad, como los que ya ejecuta en Costa Rica el Instituto de Biodiversidad. Esa fundación privada firma contratos con compañías farmacéuticas internacionales a las que suministra muestras de plantas y animales para investigación medica.

La compañía contratista paga anualmente por el servicio y además, se prevé el reparto de utilidades para el caso de que el material genético fuera utilizado para la fabricación de productos comerciales.

Budowsky dijo que especialistas de unos 30 países han llegado a Costa Rica para conocer ese tipo de intercambio y ver la posible aplicación en sus propios territorios.

Agregó que el corredor puede ser también aprovechado para el ecoturismo responsable y el manejo sostenible de la biodiversidad.

Pese a la grave deforestación que sufrió desde los años 50, América Central aún conserva una riqueza biológica de gran valor, afirmó Juan Carlos Godoy, del Programa Frontera Agrícola.

La región sólo ocupa uno por ciento del area de la Tierra, pero contiene siete por ciento de la diversidad biologica del mundo, con más de 20 zonas de vida y más de 20.000 especies de plantas.

El corredor biólogico, dijo Godoy, más que una forma de proteccion, constituye un espacio de concertacion social para promover la inversión económica en la conservación del medio natural.

Los planes de America Central son ambiciosos, pero también están llenos de obstáculos. Jorge Cabrera, secretario ejecutivo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, considera que, a diferencia de otras regiones, en el istmo no falta voluntad politica, sino operatividad.

"Es necesario buscar una mayor articulación entre la agenda regional, las nacionales y las locales. Tenemos una agenda regional y siete nacionales que no tienen mecanismos efectivos para llegar a las locales. Queremos que a partir de ahora se incluyan componentes que muestren la viabilidad de las propuestas", dijo Cabrera.

Luis Guillermo Solis, director de Política Exterior de Costa Rica, advirtió que el exceso de entusiasmo de los gobiernos por llevar adelante la Alianza para el Desarrollo Sostenible se tradujo en retrasos ocasionados por el "furor acuerdístico".

En dos años, los presidentes centroamericanos firmaron 2.000 acuerdos en todos los campos abarcados por la Alianza, la mayoría de los cuales no eran ejecutables. Esta situacion, dijo Solis, genero un vacío muy grande entre los acuerdos regionales y las ejecuciones nacionales.

Los hechos obligaron a revisar prioridades, de manera tal que de 2.000 acuerdos regionales actualmente solo hay 300 y se hizo un reordenamiento de la cooperación internacional.

Hoy, America Central "no pasa el sombrero" como hacía años atrás, sino que selecciona, según sus prioridades, los países a los que pide asistencia. En el campo ambiental, los mayores cooperantes son Canadá, México y las naciones nórdicas, y en otras áreas se cuenta con apoyo de varios gobiernos asiáticos.

Justo Pastor Nunez, representante de la UICN en Nicaragua, apuntó que otro problema de la Alianza consiste en la falta de participación de la sociedad civil.

A pesar de que en teoría, esa participación está contemplada, y existe un organismo para canalizarla, en la práctica, los gobiernos no consulta a la sociedad civil a la hora de tomar decisiones.

Por ejemplo, varios grupos indígenas centroamericanos se quejaron, hace dos meses, de que el corredor biológico mesoamericano es diseñado y creado sin tomar en cuenta su opinión ni sus conocimientos, pese a tratarse de comunidades residentes en el área protegida.

Independientemente de los problemas administrativos, la Alianza recibe apoyo externo, pues constituye el primer esfuerzo por el desarrollo sostenible en todo el ámbito de una region.

Budowsky considera que lograr ese modelo es la opción más acertada para los países centroamericanos, que tienen en conjunto 30 millones de habitantes, de los cuales 60 por ciento viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema. (FIN/IPS/mso/ff/en/96

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