AFRICA: Privatizaciones rompen inercia oficial

Las privatizaciones realizadas en todo el mundo en el período 1988-93 fueron más de cuatro veces superiores a las efectuadas entre 1980 y 1987, involucrando a empresas estatales de países en desarrollo en 86 por ciento de los casos.

Mientras el ritmo de desinversión estatal fue creciendo sin pausa a partir de 1980, especialmente en regiones tales como América Latina, Asia, Europa oriental y la ex Unión Soviética, muchas naciones africanas se han tomado su tiempo.

Africa representó solamente tres por ciento de los 96.000 millones de dólares que importaron las privatizaciones de los países en desarrollo de 1988 a 1993, de acuerdo con Vincent Rague, representante regional, con asiento en Sudáfrica, de la Corporación Financiera Internacional (IFC).

"El sector de empresas de propiedad estatal (SOE) sigue siendo tercamente grande en la mayoría de los países en desarrollo, especialmente en Africa", expresó el experto.

"Existen pruebas de que un sector SOE de gran dimensión puede impedir el crecimiento, por diversas razones", dijo Rague ante la Conferencia de Comercio e Inversión de Africa Meridional, realizada en Harare el 23 y 24 de este mes.

La reunión, organizada por el diario International Herald Tribune, contó con la presencia de los jefes de Estado de tres países de la subregión y unos 300 delegados de todo el mundo.

"A pesar de que muchos gobiernos africanos han anunciado planes para privatizar o reestructurar sus SOE, sólo unos pocos han avanzado de manera visible en la ejecución de esos planes", señaló Rague en un documento presentado en su nombre por su subrogante, Philip Condon.

Rague afirmó que, a despecho del creciente ritmo de privatización, las SOE aún mantienen una fuerte participación -11 por ciento del producto interior bruto (PIB)- en la actividad económica del mundo en desarrollo, tal cual la tenían hace 20 años.

"Las paraestatales son menos eficientes que las empresas privadas y dan por resultado déficits que deben ser financiados con medidas que comprometen la estabilidad económica", señaló el experto. "Además, muchas veces agotan el crédito disponible para el sector privado".

"Los subsidios a las SOE suelen significar un desvío de los escasos recursos disponibles, que podrían ser destinados a sectores más necesitados de la economía, tales como la educación y la salud".

Zimbabwe, país sede de la reunión, es un caso representativo de esta situación. Los esfuerzos para reducir el déficit presupuestario de 10 por ciento a cinco por ciento del PIB en 1995, se vieron frustrados por el dinero gastado en subsidiar a las paraestatales que dan pérdidas.

Las pérdidas de las paraestatales, previstas para el ejercicio presupuestal 1996-97, suman 650 millones de dólares, según datos oficiales.

Sin perjuicio de esta situación, que es general en Africa, en los últimos dos años los gobiernos africanos han empezado a aceptar la necesidad de privatizar, no sin cierta resistencia.

En el lugar de avanzada se encuentra Zambia, cuyo programa de privatizaciones -después de un comienzo que muchos observadores juzgaron lento- se aceleró considerablemente entre junio de 1995 y junio de 1996.

Ese país saltó de una cantidad tan escasa como 15 empresas en 1994, a 140 que fueron privatizadas en los doce meses citados, por un valor de 240 millones de dólares, según datos de la Agencia de Privatizaciones de Zambia (ZPA), responsable del programa.

Un estudio del que son autores dos economistas del Banco Mundial -Oliver Campbell y Anita Bhatia- utiliza ocho indicadores para evaluar el desempeño de los programas de desinversión en Africa.

Los indicadores son: importancia de la desinversión, impacto fiscal, esfuerzo y logro de ampliación de la propiedad, nivel de inversión extranjera directa involucrada, desempeño empresarial posterior, profundidad y calidad del diseño de programas y de la administración, transparencia y compromiso gubernamental.

El estudio se titula "El Avance de las Privatizaciones en Africa". Según este informe, Zambia se ubica en una posición media-alta en todos los indicadores, y señala que los técnicos del Banco Mundial no formularon ninguna objeción al grado de transparencia observado en ese país.

Valentine Chitalu, alto ejecutivo de la ZPA, destacó que la transparencia es un valor de máxima importancia. "No debe haber ninguna interferencia política", dijo el funcionario de Zambia.

El Africa subsahariana recibió flujos de inversión extranjera directa por valor de 1.800 millones de dólares en 1994 -lo mismo que Nueva Zelanda-, mientras que el norte de Africa recibió 1.300 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/lm/kb/arl/if/96

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