Los guardabosques del parque nacional de Serengeti, en Tanzania, se lanzaron a la caza de las bandas armadas que aterrorizan a los visitantes de esa famosa reserva de vida silvestre de Africa oriental y obstruyen el desarrollo turístico del país.
El gobierno ordenó a los guardias del Serengeti, como "medida transitoria", disparar sobre los salteadores que emboscan a los visitantes, informó el ministro de Turismo y Recursos Naturales, Juma Ngasongwa.
Es preciso "eliminar las bandas armadas que ponen en riesgo la vida de los turistas y perjudican el nombre del país", dijo Ngasongwa.
El Serengeti, situado en el norte de Tanzania, es el corazón del santuario de vida silvestre del Rift Valley de Africa oriental y en su espacio abundan especialmente el ñu, la cebra, el búfalo, el antílope y el león, y en ocasiones aparecen rinocerontes.
Muchos documentales fueron filmados en esa reserva natural, que recibe visitantes de todo el mundo. Ahora también atrae a bandidos. Tres emboscadas sufrieron este año los turistas, según informó Ngasongwa.
El último ataque se produjo hace 11 días. Doce hombres abrieron fuego con armas semiautomáticas contra tres vehículos de excursionistas, hiriendo gravemente a una ciudadana italiana, a un estadounidense y a un conductor tanzano.
El personal de la pista de aterrizaje del parque dispuso lámparas a prueba de viento y antorchas para guiar el aterrizaje de un avión que llegó después de la puesta del solo para trasladar a los heridos a Nairobi, en la vecina Kenia.
Las fuerzas de seguridad persiguen a los atacantes y los guardabosques recorren la reserva armados de rifles, para proteger a los visitantes, y vigilan todos los hoteles y hospedajes de Serengeti, comunicó Ngasongwa.
Los salteadores son un nuevo fenómeno en los parques naturales de Tanzania, frecuentados tradicionalmente por cazadores furtivos, y ponen en riesgo los proyectos de desarrollo del turismo.
El gobierno cree que con adecuado apoyo de infraestraestructura, el turismo puede convertirse en el primer rubro económico de Tanzania, superando a la agricultura, fuente de poco más de la mitad de las exportaciones y medio de vida de 80 por ciento de los habitantes del país.
Tanzania obtuvo el último año 258 millones de dólares del turismo, y la cantidad podría duplicarse en 1999, declaró Ngasongway.
Agregó que el gobierno se propone mejorar el transporte y las telecomunicaciones entre la capital, Dar Es Salaam, y los principales centros turísticos y las reservas naturales antes del fin de esta década.
Un operador turístico aseguró que los ingresos del turismo podrían aumentar al doble incluso en el plazo de un año, "pero no estamos equipados ni preparados para los grandes negocios".
El empresario puntualizó que los proyectos turísticos del gobierno permanecen en el discurso, mientras Kenia aprovecha su vecindad a los prques nacionales de Tanzania para impulsar su propia industria del sector.
"Tenemos el producto", que es "la riqueza de nuestra vida silvestre, y los turistas deberían elegir a Tanzania de primer destino, en lugar de realizar rápidas visitas a Kenia", agregó.
"Si bien las propuestas de desarrollo turístico avanzan rápidamente en el papel, lleva mucho tiempo ponerlas en marcha", según el operador.
No obstante, ha habido cambios. El gobierno suprimió el monopolio del Estado en el área hotelera y autorizó al sector privado a construir alojamientos en los parques, para aumentar la infraestructura disponible.
La corporación de los Parques Nacionales de Tanzania (Tanapa) otorgó participación a las comunidades aldeanas en el manejo de los parques aledaños para enfrentar la caza furtiva y las epizootias.
Las comunidades vecinas al Serengeti respondieron a la exhortación de la Tanapa con la vacunación de unos 10.000 perros contra la rabia que, según los ambientalistas, ha sido causa de muerte de leones y cebras en los últimos años.
Las autoridades prometieron a los aldeanos que recompensarán su ayuda en la conservación de los parques con inversiones para el desarrollo de sus asentamientos. (FIN/IPS/tra-en/ar/kb/ff/en/96
