El presidente de Irán, Akbar Hashimi Rafsanjani, en visita oficial a Sudán, dijo hoy en esta capital que intercederá ante Eritrea, Egipto, Uganda y Etiopía para que normalicen las tensas relaciones que mantienen con el vecino régimen fundamentalista islámico de Jartum.
El presidente iraní hizo el anuncio en una conferencia de prensa conjunta con su anfitrión, el presidente sudanés general Omar Hassan el Beshir, al concluir su estada de un día en Sudán.
Antes de abandonar Jartum, Rafsanjani dijo a la prensa que las sanciones recientemente aplicadas por Estados Unidos no tendrán efecto en su país porque la economía iraní no precisa de la asistencia estadounidense para sobrevivir.
La llegada de Rafsanjani este domingo, proveniente de Kampala, fue uno de los acontecimientos más notables registrados en Jartum en muchos años. Miles de sudaneses se alinearon a lo largo del camino que lleva del aeropuerto al palacio presidencial, para dar la bienvenida al máximo representante de un gobierno amigo.
El público que vitoreó a Rafsanjani entonó eslóganes contra la política de Estados Unidos hacia las naciones islámicas y cantos que exhortaban a librar una nueva "jihad" (guerra santa).
El jefe de Estado de Irán cumple una gira africana que incluye la visita a Kenia, Tanzania, Uganda, Sudán y Zimbabwe. Al llegar a Jartum declaró que su viaje se propone "abrir nuevos horizontes a la cooperación entre Irán y los estados africanos".
El programa del mandatario iraní en Jartum incluyó discusiones acerca de temas bilaterales y la consideración de asuntos internacionales.
No pudieron estar ausentes las referencias a Estados Unidos, que acusa a los dos regímenes islamistas de patrocinar el terrorismo internacional.
"Es Occidente el que auspicia el terrorismo, no Sudán ni Irán", dijo el embajador iraní en Jartum, Madi Marawe.
La cuestión también fue tratada durante un encuentro entre Rafsanjani y Hassan Al Turabi, líder del Frente Islámico Nacional, que sostiene al gobierno. Después de la reunión, el jefe islamista sudanés informó que los dos países han acordado unir sus manos contra el nuevo orden mundial.
Al Turabi, que ocupa la presidencia del Parlamento, exhortó a los países musulmanes a crear un orden mundial propio, en el que se rechace el monopolio de la riqueza y el poder por Occidente, y añadió que Sudán ofrece al mundo un modelo islámico que refuerza su identidad.
"Creemos en el diálogo, la cooperación y la colaboración, sin ninguna clase de aislamiento o sujeción", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/arl/ip/96