Al menos dos personas resultaron muertas y otras siete gravemente heridas, entre ellas tres policías, durante los motines por el pan que sacudieron a esta capital y a otras ciudades de Sudán en las últimas 24 horas.
Una estudiante universitaria fue muerta por un tiro de bala de las fuerzas de seguridad, y los estudiantes quemaron vivo a un panadero que se negó a hornear pan, durante los graves disturbios que tuvieron lugar en Jartum este domingo y lunes.
En varias zonas de la capital los manifestantes -tanto adultos como jóvenes, y mujeres como hombres- quemaron neumáticos y otros objetos en protesta contra la escasez y carestía del pan.
El gobernador del estado de Jartum, Badr Edden Taha, dijo este lunes por radio que los manifestantes habían saqueado el domingo la propiedad pública y causado daños a numerosos automóviles.
Un banco del centro de la ciudad informó que sus 20 minibuses habían sido destruidos y robadas sus partes y piezas.
Las tiendas están cerradas desde el domingo y restringidos los transportes, ya que los propios conductores retiraron los vehículos de las calles, algunos voluntariamente para evitar ser atacados, y otros por recomendación de la policía.
Hechos similares ocurrieron en las ciudades de Puerto Sudán en el este, Wad Madani en el centro y Ataber en el norte.
Un portavoz policial lamentó este lunes que la policía se encuentre mal equipada para hacer frente a motines en los que participaron más de 400.000 personas, y especialmente si las protestas continuaran.
Se informó que el gobierno ha dispuesto importar trigo de países árabes y está negociando con los panaderos para controlar los astronómicos precios del pan. Las autoridades aseguraron que esta semana habrá pan suficiente para toda la población.
Una declaración emitida este lunes por el Ministerio del Interior pidió a los ciudadanos que respalden a los comités creados a propósito para resolver la crisis del pan, con participación de funcionarios del gobierno, sindicalistas, estudiantes y panaderos.
El Ministerio afirmó que la situación se encuentra "bajo control" y aconsejó a los heridos que busquen auxilio en los hospitales de Jartum, asegurando que no serán detenidos.
No obstante, también acusó a los líderes de la oposición, cuyos partidos están todos ilegalizados, de alimentar la crisis del pan, advirtiendo que arrestará a todos aquellos que se encuentren detrás de las demostraciones populares.
Las organizaciones estudiantiles de las tres universidades principales de Jartum negaron cualquier acusación de robos y saqueos, y declararon que los comités organizadores de las protestas se limitaron a distribuir 700 sacos de sorgo y 10 sacos de 50 kilogramos de azúcar hallados en dependencias oficiales.
Los estudiantes afirmaron que el gobierno ha arrestado a más de 700 personas, y por su lado informaron haber detenido a 60 policías antidisturbios. El gobierno dijo que esos efectivos sólo fueron heridos y están siendo tratados. (FIN/IPS/tra-en/nb/jm/kb/arl/ip/96
