MONTSERRAT: Amenaza de desastre natural por actividad volcánica

Los habitantes de Montserrat, que en los últimos meses habían recobrado la tranquilidad porque el volcán Chances Peak parecía dormido, fueron despertados en plena noche porque la montaña comenzó a escupir cenizas y lava, amenazando con un desastre natural de grandes proporciones.

La erupción del martes por la noche, cuyas secuelas son pèrceptibles aún este jueves, fue tan intensa que los instrumentos de medición que los científicos instalaron en el Observatorio, una villa arrendada sobre una colina cercana a la costa occidental, en el valle de los Montes Soufriere, llegaron al punto de saturación.

"Fue tal la actividad sísmica que resultó imposible medirla", dijo el vocero oficial del gobierno, Richard Aspin.

La primera explosión duró 48 minutos y comenzó empujando cenizas hacia la superficie mientras la lava incandescente corrió hacia el mar a través del Valle del Río Tar, generando numerosos temblores de tierra.

El viento transportó la nube de ceniza hacia el norte del país, sobre lo que se consideraba una zona segura. Esta vez, sin embargo, los 7.500 residentes en esa área tuvieron una nueva y amenazante experiencia, porque las rocas dislocadas por la actividad sísmicas cayeron sobre los techos de sus casas.

No obstante, a la mañana siguiente, las autoridades comenzaron a descartar especulaciones que la extremidad septentrional de la isla se había tornado insegura.

"La zona de seguridad no ha cambiado. La mayor amenaza para Montserrat son los torrentes de lava", dijo Aspin a IPS el miércoles.

El volcán Chances Peak, situado al sur de Montserrat, venía amenazando con estallar desde julio del año pasado. Hasta ese momento, los expertos consideraban que el volcán estaba dormido porque los numerosos géiseres sulfurosos fueron la única evidencia de actividad subterránea en la isla.

Sin embargo, desde que las sacudidas y el humo sulfuroso convencieron a los habitantes de Montserrat que el Chances Peak estaba activo, padecieron una existencia errática, con la sensación de peligro constante.

Alrededor de 1.200 de los 11.000 residentes huyeron de la isla hacia países vecinos, mientras otros 3.000 fueron evacuados del extremo meridional al norte del país.

Esta vez, la lluvia de cenizas fue más extensa y la reducida visibilidad obligó a la aerolínea subregional, Leeward Islands Air Transport (LIAT), a demorar vuelos hacia Antigua, el trampolín para Grenada, Saint Lucia, Dominica, Saint Vincent y las Grenadinas.

Los pasajeros que trataron de hacer conexiones con otros vuelos regionales e internacionales se vieron bloqueados a lo largo de la cadena de las Islas Barlovento.

La erupción tambien obligó buscar refugio a 500 personas, especialmente granjeros preocupados por su ganado, que rehusaron abandonar las áreas cercanas al volcán cuando el sur fue evacuado.

El titular del Observatorio, William Ambeh, había advertido a los residentes que corrían grave peligro, y el gobernador británico Frank Savage, dijo que en caso de una explosión mayor no iba a arriesgar personal de salvamento para ayudar a los remisos.

Esta última actividad volcánica se produjo apenas dos semanas despues que los científicos anunciaron que el nivel de sílice en las cenizas volcánicas, un potencial agente cancerígeno, no era suficientemente alto como para provocar preocupación.

Montserrat está situada en las Islas Leeward, al este del Caribe, y su principal actividad ha sido el turismo, que constituye el 25 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) desde que su lucrativa industria de servicios financieros se redujo a raiz de una investigación por estafa en 1989.

La isla tambien es un importante centro de comunicaciones, tecnología e información para el subgrupo del Caribe oriental. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/ego/en).

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