JAPON: Tras el referendo, Tokio debate qué hará con bases de EEUU

Una mayoría previsiblemente abrumadora de la ciudadanía de Okinawa respaldó la reducción de las bases militares de Estados Unidos en esta isla de Japón. Pero aún se desconoce cómo reaccionará Tokio ante esta contundente señal.

El gobernador de Okinawa, Masahide Ota, quien postula el retiro total de las tropas estadounidenses de esta isla del sur del archipiélago para el 2015, se reunirá este martes con el primer ministro de Japón, Ryutaro Hashimoto.

En la oportunidad, el mandatario tomará conocimiento oficial del resultado del referendo de este domingo, en el cual casi 90 por ciento de los residentes de Okinawa reclamó una reducción de la base militar.

Aunque no es legalmente vinculante, el referendo dejó nuevamente en evidencia el fuerte sentimiento contra Estados Unidos que cunde en la isla.

La votación se produjo un año después de que tres soldados estadounidenses violaron una niña de 12 años. El episodio causó conmoción en la isla y provocó protestas multitudinarias.

La amplia cobertura que brindaron los medios periodísticos a la campaña y a la votación pesará, seguramente, en las decisiones que adopte Hashimoto, quien considera la posibilidad de convocar a elecciones nacionales este año o el próximo.

Al margen de la política doméstica, lo que está en juego es la alianza militar entre Japón y Estados Unidos, a la que ambos países consideran clave para la seguridad del este de Asia.

Okinawa es crucial en esta alianza. Esta isla no solo hospeda a casi un tercio de los soldados estadounidenses estacionados en Asia. También se ubica a mitad de camino entre el centro del archipiélago de Japón y Taiwan.

Este hecho convierte a Okinawa un puesto de avanzada lógico en relación a puntos de conflicto potenciales a lo largo del estrecho de Taiwan, que separa a China continental de su "provincia renegada".

A los ojos de Washington, el asunto es "doméstico". Esto significa que el gobierno de Bill Clinton no espera que Tokio pretenda modificar una alianza de seguridad reafirmada y ampliada en la visita que efectuó el presidente de Estados Unidos a Japón a inicios de año.

Apenas 59,5 por ciento de los 912.000 votantes habilitados en Okinawa asistió a la consulta, pero 89,5 por ciento de quienes votaron se pronunciaron por la reducción de la presencia militar estadounidense en la isla.

El resultado del primer referendo celebrado en Japón para considerar el futuro de las bases militares de Estados Unidos "pone al primer ministro contra las cuerdas", pues Hashimoto "considera la cuestión una prioridad fundamental de su gobierno", comentó el lunes 9 el diario Asahi Shimbun.

Hashimoto está consciente de que la ciudadanía japonesa está expectante ante su respuesta al referendo de Okinawa a medida que el gobernante se prepara para convocar a elecciones en los próximos meses.

Por el momento, lo que parece claro es que el gobierno espera que un gran aporte de dinero pueda poner aceite en las relaciones entre los pobladores de Okinawa y los soldados estadounidenses allí estacionados.

A pesar de su importancia estratégica, Okinawa, que representa menos de uno por ciento de la superficie terrestre de Japón, es una de las prefecturas más pobres del país, con un ingreso por persona 27 por ciento menor que el de Hokkaido, la isla principal del archipiélago.

Además, el desempleo en Okinawa, que asciende a 6,3 por ciento, duplica el promedio nacional.

"La gente está preocupada por el futuro de la isla, que no podrá sobrevivir económicamente sin soldados estadounidenses. Quienes dependen de las bases para obtener un ingreso temen por su futuro", comentó Teruo Muta, experto en relaciones entre Japón y Estados Unidos.

En ese sentido, Tokio prometió la ampliación la zona franca de Okinawa. Además, el Ministerio de Trabajo anunció la semana pasada que procurará medidas fiscales para promover la generación de empleos en 1997. El gobierno aportará para ello rubros que se vertirán a pequeñas empresas y turismo.

Hashimoto quizás tenga que prometer más que eso cuando el gobernador Ota le presente los resultados del referendo este martes.

"Es de destacar que más de la mitad de la ciudadanía concurrió a las urnas a pesar de las distintas opiniones entre los residentes de Okinawa en torno al referendo. Este resultado me alienta", dijo Ota después del escrutinio.

El gobernador se comprometió a ejercer aun más presión ante Tokio para reducir la presencia militar de Washington en la isla.

"Algunos estadounidenses todavía consideran que Okinawa está bajo ocupación", sostuvo Ota, para quien la existencia de las bases fue "más o menos forzada" al fin de la segunda guerra mundial.

Ota proclamó que "Okinawa es territorio soberano japonés, aunque no podamos usar su tierra, su cielo y su mar como quisiéramos". "Querría que los funcionarios en Washington imaginaran lo que ellos sentirían si estuvieran en nuestros zapatos", se lamentó.

Alrededor de 37 por ciento de quienes contestaron en una encuesta realizada por el diario Asahi Shimbun antes del referendo argumentaron que los numerosos "accidentes y crímenes" eran la razón clave para respaldar la reducción de la presencia militar estadounidense en Okinawa. (FIN/IPS/tra-en/mk/js/cpg/mj/ip/96

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