GRUPO DE RIO: Las movidas de EE.UU. en la cumbre de Cochabamba

La anunciada presencia de la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas (ONU) Madeleine Albright en la cumbre del Grupo de Río fue analizada como un acto de presión para evitar la reelección del secretario general del organismo mundial Boutros Boutros Ghali.

Las razones del descontento de Washington con Boutros Ghali tienen relación con la política de la ONU hacia Medio Oriente y Africa y acciones como el envío de fuerzas de paz a Somalia, afirmaron a IPS funcionarios gubernamentales de países presentes en el encuentro de Bolivia.

La sorpresiva visita de Albritgt podría también tender a influir en el tono de un pronunciamiento de la reunión de las 14 naciones del Grupo sobre la ley Helms-Burton, que afianza el bloqueo de Washington a Cuba.

El Grupo de Río ya se ha pronunciado en anteriores ocasiones, en el contexto de la Organización de Estados Americanos, sobre esta tema, condenando la Ley Helms-Burton.

El canciller de Panamá, Ricardo Alberto Arias, recordó en Cochabamba que "hay una clara manifestación de parte de los países del Grupo de Río de rechazo no sólo a la ley Helms-Burton sino a otra norma de derecho interno de un país que pueda afectar los derechos de otros nacionales fuera de ese país".

"Hay un rechazo, una condena, a cualquier actividad intervencionista de parte de un país", precisó.

"No deja de ser sintomático que Estados Unidos haya enviado a un foro en el que nada tiene que hacer a una embajadora del nivel de la señora Madeleine Albright, sin una agenda clara", dijo un funcionario gubernamental lationoamericano.

La presencia de Albright marcaría en todo caso el principio del fin de la larga indiferencia de su país ante el Grupo de Río.

En los diez años de historia de este "mecanismo de consulta y concertación política de América Latina", Estados Unidos no reconoció al Grupo de Río para un diálogo político de alto nivel, alegando que para ello está la Organización de Estados Americanos (OEA).

"Si es así, saludamos que Estados Unidos por fin reconozca al Grupo de Río", señalaron las fuentes, al recordar que este foro es el interlocutor más importante de la región latinoamericana, que ya mantiene un diálogo institucionalizado con la Unión Europea y pronto lo hará con Asia.

Consultado sobre la condición en la que Albright participaría en las reuniones del Grupo de Río en Cochabamba, el canciller de Bolivia y secretario pro témpore de este mecanismo dijo que "Estados Unidos no está presente en la Cumbre porque no existe el estatuto de observador" para ningún país.

"Por lo tanto, la presencia de la embajadora Albright en Cochabamba está destinada, como ella misma lo ha pedido en su momento, a contactos bilaterales que pudieran darse al margen de la reunión como tal", afirmó.

Durante su estadía, comenzada la noche de este lunes, la embajadora tiene previsto discutir con los gobiernos latinoamericanos sobre temas relacionados con el narcotráfico.

Para Ricardo Arias, "la lucha contra el narcotráfico es general, no sólo de Estados Unidos, sino de los países del hemisferio".

"Es cuestión de ponernos de acuerdo en políticas que tomen todos los aspectos de esta lucha en consideración, ya que son muy variadas las afectaciones que esta lucha puede causar. Mientras más se discuta el tema (de las drogas), más éxito vamos a tener en esa lucha", dijo Arias.

La canciller de Colombia, María Elena Mejía, se pronunció en el mismo sentido.

"Aparte de definir claramente la corresponsabilidad de todos los actores, desde el consumo, el tráfico, circulación y distribución, también estamos hablando de los delitos conexos: el tema del lavado del dinero, precursores químicos y tráfico de armas", afirmó.

Mejía destacó que en la declaración que firmarán los presidentes del Grupo de Río el miércoles se incluirá el tema los cultivos alternativos a la coca como conexo al problema de la lucha contra el narcotráfico.

Uno de los avances del Grupo de Río en esta materia fue el acuerdo logrado con la Unión Europea en la calificación del narcotráfico como una lucha de corresponsabilidad entre las naciones y la realización de una sesión especial sobre el tema drogas durante la Asamblea de Naciones Unidas en 1988.

La canciller de Colombia informó que su país no pidió un pronunciamiento del Grupo de Río sobre el retiro de la visa al presidente de su país Ernesto Samper para ingresar a Estados Unidos, porque el Grupo ya se pronunció categóricamente rechazando la decisión del gobierno de Washington.

Para tomar esa iniciativa Estados Unidos pretextó que había pruebas suficientes de los lazos de Samper con el Cartel de Cali. (FIN/IPS/jcr/dg/ip/96

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