Los andatarios de 12 países de América Latina y el Caribe se reúnen este martes y miércoles en Bolivia en la X Cumbre del Grupo de Río, para definir políticas comunes en procura de una democracia sin pobreza, integración real del continente y lucha contra la corrupción.
Se trata de la reunión anual del foro "de consulta y concertación política" al máximo nivel de América Latina, creado en 1986 en Río de Janeiro con la misión de fortalecer los procesos democráticos, apoyar la cooperación e integración regional, y defender los derechos humanos.
La reunión se celebrará en Cochabamba, ciudad de medio millón de habitantes a 370 kilómetros de La Paz, en un ambiente de optimismo por el éxito alcanzado por el grupo en los desafíos derivados de la globalización de la economía mundial.
"Esta es una reunión de esperanza, de progreso, en una dinámica que nos va a llevar a mejores condiciones para nuestros pueblos", dijo el presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, al llegar este lunes a la central ciudad de Cochabamba.
A la cita asistirán los presidentes Carlos Menem (Argentina), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Eduardo Frei (Chile), Ernesto Samper (Colombia), Abdalá Bucaram (Ecuador), Ernesto Zedillo (México), Ernesto Pérez Balladares (Panamá), Juan Carlos Wasmosy (Paraguay), Alberto Fujimori (Perú) y Rafael Caldera (Venezuela).
En representación del Caribe participará el primer ministro de Trinidad y Tobago, Basdeo Panday.
No acudirán al encuentro los mandatarios Julio Sanguinetti, de Uruguay, que estará representado por el vicepresidente Hugo Batalla, y José María Figueres, de Costa Rica, quien debía asistir en representación de América Central y será sustituido por el canciller Fernando Naranjo.
La agenda de la reunión contempla temas referidos a la consolidación de los procesos democráticos, la integración económica, física y cultural de la región, la lucha contra la pobreza, el combate al narcotráfico y la corrupción.
Como aspecto novedoso incorpora la difusión de la diversidad cultural del continente.
Parte del optimismo que rodea a la Cumbre está motivado por el estrechamiento de lazos de la región con la Unión Europea (UE), dentro de un enfoque de relaciones multilaterales con fines de intercambio comercial, cooperación para el desarrollo y corresponsabilidad en temas como el narcotráfico.
El Grupo de Río fue el gestor del acercamiento al bloque europeo, a través de seis reuniones ministeriales institucionalizadas del bloque latinoamericano con la UE.
La sexta de ellas se realizó en abril también en Cochabamba, con una amplia agenda que abarcó temas como la integración entre ambos bloques, balance de la Ronda Uruguay y la Organización Mundial de Comercio, fortalecimiento de la cooperación, democracia, derechos humanos, pobreza, desarme y tecnología.
El Grupo de Río se precia de haber condenado el carácter extraterritorial de la ley Helms-Burton de Estados Unidos, que refuerza el bloqueo a Cuba, y de hacer de la región la primera zona libre de armas nucleares del mundo con la vigencia del tratado para su proscripción en América Latina y el Caribe.
Durante la jornada preparatoria de la Cumbre este lunes, los ministros de Relaciones Exteriores de los países del Grupo de Río definieron el proyecto de declaración que el miércoles firmarán los mandatarios, informó el canciller del país anfitrión, Antonio Araníbar.
A la reunión, la más importante de las celebradas en Bolivia, asistirán también miembros de la Organización de Estados Americanos, la Conferencia Económica para América Latina y el Caribe, el Sistema Económico Latinoamericano, la Asociación Latinoamericana de Integración y el Parlamento Latinoamericano.
La Secretaría pro témpore del Grupo de Río, a cargo este año de Bolivia, ha organizado esta semana en Cochabamba varios actos culturales con muestras de países miembros del Grupo. (FIN/IPS/jcr/ag/ip/96
