CUBA: Expertos prevén crecimiento de producción azucarera

La producción de azúcar de Cuba podría crecer entre 25 y 30 por ciento en relación a la pasada zafra, que cerró con 4,45 toneladas, según fuentes especializadas.

De hacerse realidad semejante pronóstico podría confirmarse la tendencia a la recuperación del principal rubro exportable de Cuba después de varios años de crisis, comentaron expertos locales consultados por IPS.

Entre 1993 y 1995 el sector azucarero experimentó la baja más dramática de los últimos 50 años, al descender la producción de siete millones de toneladas a 3,3 millones, provocando pérdidas por más de 2.000 millones de dólares.

Sin embargo, sobrepasar los cinco millones de toneladas no sería nada excepcional en una industria que estabilizó producciones de más de siete millones de toneladas anuales durante la década del 80.

Este ritmo de crecimiento haría realidad la estrategia gubernamental de concluir el siglo con los niveles de la década pasada, para recuperar el nivel de vida de 1989 bien entrado el próximo siglo.

Un aspecto decisivo como el financiamiento externo, calculado hasta ahora en poco más de 120 millones de dólares, parece estar asegurado, según declaraciones de altos miembros del gobierno.

La única novedad la constituye el retiro del ING Bank de Holanda del programa de financiación de la industria azucarera cubana. Dicha entidad financiera corrió con casi la mitad del préstamo de la anterior, que ascendió a 300 millones de dólares.

La interrupción de esa línea de crédito está relacionada con la ley Helms-Burton de Estados Unidos, ya que el dinero del banco holandés corría hacia industrias y plantaciones que fueron expropiados a ciudadanos estadounidenses en la década del 60.

Aún así, las autoriades han indicado que no hay problemas sustanciales con el financiamiento, en tanto el ING Bank ha dicho que continuará en Cuba, pero en otros proyectos.

Expertos locales coinciden en señalar que el incrementro azucarero de la próxima cosecha está garantizado por el actual estado de las plantaciones cañeras, adecuadamente fertilizadas y favorecidas por el régimen de lluvia.

Las aspiraciones se sustentan en pasar de las 4,3 toneladas de caña por hectárea registradas en la pasada cosecha a cinco toneladas, aún por debajo de los niveles históricos óptimos que se colocaron en las seis toneladas por hectárea.

Según los expertos, si el rendimiento industrial se comporta como en la contienda anterior, 10,73 toneladas de azúcar por cada 100 toneladas de caña, estaría en un nivel similar a los logrados en las mejores zafras de la década pasada, entre siete y ocho millones de toneladas de azúcar.

Los mayores dolores de cabeza de la pasada zafra podrían olvidarse si entran en acción unas 500 cosechadoras de un modelo que duplica la capacidad de corte y consume mucho menos combustible que las que están en uso.

"En las condiciones actuales habrá que sobrepasar el 79 por ciento del uso nacional de la paja cañera como combustible en la producción de azúcar parda que se logró en la zafra anterior", dijo a IPS un funcionario del Ministerio del Azúcar.

Según la fuente, la reducción significativa de los consumos de combustible resulta crucial, ya que por el alza de los precios del crudo en el mercado internacional, el país deberá erogar 100 millones de dólares adicionales a lo previsto.

Expertos locales estiman que sería posible volver a la situación de la década pasada, cuando en la producción de azúcar sin refinar no se utilizaba petróleo sino energía alternativa a partir del uso del bagazo de la caña.

Entre las prioridades gubernamentales se encuentran mantener la tendencia decreciente de los gastos en la zafra, que en la cosecha de 1995 fueron de 160 dólares la tonelada y en la concluida en julio de este año bajaron a 120 dólares.

El incremento de los precios del petróleo a partir de las represalias de Estados Unidos contra Iraq subrayó la urgencia nacional de reducir el alto costo, ahorrar y sustituir combustible tradicional, y aumentar la eficiencia industrial y agrícola.

Observadores estiman que, pese al aumento de los precios del petróleo y la falta de recursos financieros, las autoridades cubanas tomarán todas las medidas por mantener el ritmo ascendente de la industria azucarera.

"Las condiciones están creadas", aseguran los expertos, pero advierten que cualquier predicción azucarera está sujeta a imprevistos, desde lluvias tardías hasta lluvias adelantadas, que interrumpen la cosecha en los campos y la molienda en las industrias. (FIN/IPS/da/ag/if/96

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