El juego del gato y el ratón entre China y Taiwán se agrava a medida que se aproxima el momento en que la colonia británica de Hong Kong deberá ser reintegrada, dentro de nueve meses, al territorio chino continental.
Beijing no oculta su deseo de que la isla autosegregada siga el mismo camino.
Pese a que China utiliza su dimensión continental y su poderío para perjudicar diplomáticamente a Taiwán y evitar su reconocimiento internacional, Taipei no resigna sus esfuerzos por elevar su perfil ante el mundo.
Con las reservas internacionales más altas del mundo, la pequeña isla antes llamada de Formosa puede darse el lujo de poner en práctica la "diplomacia del talonario de cheques" o la "diplomacia vacacional", incluso con viajes no oficiales a países que mantienen vínculos diplomáticos con Beijing.
Los funcionarios taiwaneses destacan en esos viajes lo más positivo de la isla, centrándose en las reformas democráticas de los últimos años y ofreciendo ayuda e inversiones.
Después de todo, Taiwán es un joven país industrializado, con importantes inversiones en el exterior y reservas atesoradas por casi 100.000 millones de dólares.
China ha consideralares.
China ha consideraada desde el día en que laada desde el día en que la 1949, fueron derrotadas por los comunistas y se retiraron a la isla.
Los grupos que apoyan la causa de Taiwque apoyan la causa de Taiwán en el extranjero utilizan métodos de gran eficacia, como a semana pasada un globo aéreo, con la palabra "Taiwán" bien visible, que revoloteababien visible, que revoloteaba mientras la Asamblea General inauguraba sus sesiones anuales.
Taiwán perdió en 1971 su lugar en la ONU (Organización de las Naciones Unidas), de las Naciones Unidas), en favor de China continental. en favor de China continental.
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Este es el cuarto año consecutivo en que un gericanas, caribeñas y africanasericanas, caribeñas y africanas considere la situación de Taiwán.
Los funcionarios taiwaneses no han cesado de reforzar vínculos con los 30 estados que han dado su rec estados que han dado su reconocimiento a Taiwán, mierelaciones.
La perspecg Kong con China en julio del año próximo ha convertido la vieja tensión entre Beijing y Taipei en un duro juego ng y Taipei en un duro juego de ajedrez diplomático chino.
El viceprimer ministrotó Sudáfrica en agosto, pues Pretoria mantiene relaciones diplomáticas con la isla, pero fue notorio que la visita se produjo poco después de la gira del presidente de China, Jiang Zemín, por seis países africanos.
Sudáfa China como para Taiwán. Ela China como para Taiwán. El ministro de Asuntos Exteri fue recibido en marzo pasado en Beijing, por el primer ministro Li Peng y por primer ministro Li Peng y por el propio Jiang.
No obstante, Nzo visitó también Taiwán este mismo año. La isla es el séptimo cliente comerci es el séptimo cliente comercial de Sudáfrica, y los taiwaneses han invertido alrededor de 1.500 millones de dólares en ese pais.
El presides en ese pais.
El presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, afirma que no puede abandonar a un viejo amigo -Taipei ayudó a la lucha anti-apartheid pese a tener relaciones oficiales con el antiguo régimen sudafricano- y que desea cultivar también unos lazos cordiales con Beijing.
zos cordiales con Beijing.
Jiang viajó además a tres países de Asia central en junio. En agosto, el vicepresidente y primer ministro taiwanés, Lien Chan, visitó Ucrania en viaje "personal". A principios de septiembre, el ministro de Exteriores de Taiwán, John Chang, realizó un discreto viaje a Indonesia y Malasia, sin informar a la prensa.
"No podemos permitir que Beijing nos desplace del escenario mundial", dijo Lien el mes pasado. El gobierno chino nunca ha dejado de advertir a Taipei contra una política exterior que suponga actuar como un estado soberano y crear en el exterior la idea de "dos Chinas".
El viaje de Lien a Kiev, aparentemente para aceptar un grado académico honorario, hizo que China cancelara una visita oficial a Ucrania. Además, Beijing protestó seriamente ante Jakarta por la reunión de Chang con Ali Alatas, ministro indonesio de Asuntos Exteriores.
A continuación Jiang intentó colgar una nueva zanahoria delante de Taipei, al afirmar que estaría dispuesto a visitar Taiwán si la isla abandona sus esfuerzos diplomáticos en el extranjero.
Sin perjuicio de seguir el juego diplomático, los gobernantes de Taiwán son conscientes de que les será muy difícil lograr el ingreso en la ONU, y recorren también la vía más pragmática de buscar la admisión en otras organizaciones internacionales.
Otra de las medidas pragmáticas que Taipei aplica consiste en instalar oficinas de representación en aquellos países donde no ha logrado formalizar relaciones diplomáticas. Estas oficinas ya son más de 100 en todo el mundo.
Por otro lado, el gobierno taiwanés insiste en que su búsqueda de un fuerte perfil internacional no significa una proclamación de independencia ni contrariar el objetivo final de una reunificación con China.
China, no obstante, no acepta ni se convence de esas buenas intenciones, y hace sonar sus sables cada vez que Taiwán se pone demasiado atrevida. Así ocurrió este año, cuando Beijing realizó ejercicios militares en el estrecho de Formosa, en respuesta a las renovadas gestiones internacionales de Taipei.
El gobierno de China -que actualmente puede ufanarse de dirigir la economía de más acelerado crecimiento del mundo- no desea, sin embargo, cargar demasiado las tintas y ganarse la reputación del villano de la región.
Pese a la evidente pequeñez de Taiwán ante el tamaño y el poderío chino, Beijing se preocupa por los desafíos de otro orden que Taipei le está planteando en el campo internacional.
Un analista chino de asuntos de seguridad admitió que "no tenemos tanto dinero para repartir por ahí, como Taiwán está repartiendo". (FIN/IPS/tra-en/js/kd/arl/ip/96