BRASIL: Tensión por nuevas ocupaciones de tierras

La ocupación de un predio rural y de un local del Ministerio de Hacienda por el Movimiento de los Sin Tierra (MST) volvió a instalar hoy en Brasil el problema agrario.

Cerca de cien campesinos invadieron en la mañana de este lunes la entrada del edificio del Ministerio de Hacienda en la ciudad de Sao Paulo, reclamando financiamientos prometidos por 31 millones de dólares a 6.000 familias recién asentadas en el interior del estado.

La ocupación fue pacífica, pero los manifestantes aseguran que permanecerán en el lugar hasta la liberación de los recursos necesarios a la siembra. Además piden el asentamiento urgente de otras 4.000 familias que viven en campamentos precarios en el interior de Sao Paulo.

La mayor parte de esas familias de sin tierra se concentra en la región de Pontal de Paranapanema, a 600 kilómetros de Sao Paulo, donde 2.300 campesinos ocuparon el sábado un predio de 9.000 hectareas, dispuestos a preparar la tierra para sembrar.

Se trata de la Hacienda Santa Rita, "completamente improductiva" según el líder local del MST José Rainha Junior. Los sin tierra acampados "están cansados de esperar que se cumplan los acuerdos y las promesas del gobierno estadual y federal", afirmó.

Rainha dijo este lunes en entrevista radial que temr una confrontación con víctimas, porque la policía anunció una operación para desalojar a los campesinos, arrestar los que resistan y aprehender sus máquinas agrícolas. "Y ello sin la orden judicial que exige la ley", denunció.

Además hacendados de la región de Pontal de Paranapanema amenazaron reaccionar a tiros contra las ocupaciones de sus tierras.

Un terrateniente sostuvo que puede repetirse los hechos de Eldorado de Carajás, donde la policía mató a 19 campesinos sin tierra al reprimir una manifestación en abril.

El MST programó para esta semana una serie de ocupaciones en el campo y actos en varias ciudades del país, según indicó este lunes el diario O Globo.

La ofensiva responde a la lentitud del proceso de reforma agraria, pese a la prioridad anunciada por el presidente Fernando Henrique Cardoso. La meta de asentar 60.000 familias este año parece lejos de poder cumplirse.

Los campamentos dirigidos por el MST crecen aceleradamente ante las promesas y los anuncios de expropiación de tierras para redistribución a los campesinos. Ya son 138 en todo el país, con 49.000 familias, más del doble que el año pasado.

Los campamentos, situados en general al borde de carreteras o en predios ocupados, están constituidos por precarias tiendas de plástico. Muchos ya llevan más de cinco años.

El ministro de Asuntos Agrarios, Raul Jungman, intentó presionar a la dirección del MST para suspender las ocupaciones de edificios públicos en las ciudades, interrumpiendo las negociaciones con el movimiento hace dos semanas.

El MST argumenta que las ocupaciones constituyen una medida de lucha sin la cual no se avanzará en los asentamientos y en la liberación de recursos para las familias ya asentadas, ante los compromisos políticos del gobierno con fuerzas conservadoras que impiden la concreción de la reforma agraria. (FIN/IPS/mo/dg/if-ip-pr/96

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