Los estudiantes secundarios de Uruguay salieron a la calle para protestar contra una reforma de los planes de enseñanza, ocuparon centros de educación y pusieron en jaque a las autoridades del sector.
La acción de los estudiantiles se extendió al terreno político pero la mayoría de los adolescentes se considera ajena a esas influencias, ratificando el escepticismo que los jóvenes han expresado en recientes encuestas sobre los partidos y la acción legislativa.
Cuando esta semana el diputado comunista Pedro Balbi intentó infructuosamente ingresar a uno de los liceos ocupados, un estudiante argumentó que "para entrar un político necesita que lo llamen y a él nadie lo llamó".
"¿A quién le interesa lo que opinan los políticos? Lo único importante es lo que decidan los estudiantes, que son los que deberán sufrir el cambio de planes", dijo a IPS la militante estudiantil de 17 años Mariana Montes.
Fernando Lamas, de 18, reforzó esa postura, al decir que los políticos no aplican correctamente las pautas de la democracia representativa, en la que declaró creer.
"Por ejemplo en (el estado mexicano de) Chiapas deciden todos en asamblea y cada representante después dice lo que decidió su asamblea. Acá es al revés, los políticos dicen sus cosas y la gente que está de acuerdo se les une", indicó Lamas a la revista Tres.
Sin embargo algunos dirigentes políticos están vinculados a los huelguistas, como el asesor de la coordinadora de estudiantes, abogado y senador Helios Sarthou, allegado a los ex guerrilleros Tupamaros.
La coalición de izquierdas Frente Amplio expresó igualmente su "respaldo" a las demandas de los estudiantes y de los docentes, que también se plegaron al reclamo de los adolescentes de participar e incidir en los nuevos planes educativos.
La reforma fusiona materias en "áreas de conocimiento" en los años iniciales de la enseñanza media, "universaliza" la educación preescolar, aumenta el número de estudiantes por aula y amplía el horario curricular, entre otros aspectos.
El principal impulsor de la reforma es el sociólogo Germán Rama, un ex asesor de la Comsión Económica para América Latina que preside el Consejo Directivo Central de la Enseñanza (Codicen).
Rama se ha caracterizado por adoptar posiciones rígidas, lejanas al diálogo, que inclusio lo han enfrentado con otros integrantes de la coalición de gobierno integrada por los partidos Colorado y Nacional.
La alianza en el poder rechazó las ocupaciones de locales y abogó por buscar una solución a través del diálogo antes que tomar medidas de fuerza para poner fin a la rebelión.
Los gremios de docentes de Secundaria y de Primaria se plegaron esta semana al reclamo de los estudiantes y votaron una huelga en su respaldo.
Unos y otros exigen "un debate nacional sobre el tema" y critican el procedimiento elegido por el Codicen para establecer la reforma como "inconsulto", "verticalista" y "delineado por el BID" (Banco Interamericano de Desarrollo).
Para "preservar la integridad física de los estudiantes", el Codicen decidió suspender las clases hasta el lunes.
El organismo justificó esa decisión en parte en virtud de que paralelamente a la huelga estudiantil se celebrará este sábado un acto en memoria de un joven muerto presuntamente por la policía hace dos años tras un enfrentamiento.
Los planes de reforma, poco conocidos por los estudiantes y por los ciudadanos en general, el debate político y la confusión informativa sobre las medidas gremiales también han generado reacciones en contra de los medios de comunicación.
"No le crea a la prensa, infórmese aquí", dice un cartel colocado por los estudiantes en uno de los principales centros de enseñanza ocupados en el centro de Montevideo.
"Eueremos información, porque no conocermos la reforma, y un debate porque otros gremios vinculados a la enseñanza tienen objeciones" a ella, dijo la encargada de prensa de los alumnos de ese centro de estudios.
En los países desarrollados los alumnos tienen el doble de horas de clase que los uruguayos y un exceso de asignaturas y profesores, lo que causa confusión, afirmó a IPS un vocero del gobierno para justificar la necesidad de la reforma.
Con la base de que "no hay educación sin tiempo educativo", se pretende aplicar un mínimo de seis horas por turno, para lo cual se crearan nuevos institutos y se reorganizarán los existentes, añadió.
Las "áreas de conocimiento" comprendidas en la nueva estructura educativa son lengua nacional, matemática, ciencias experimentales, ciencias sociales, lengua inglesa e informática.
Un día por semana se destinará a actividades expresivas como música, arte y programas que establezca la comunidad académica liceal. (FIN/IPS/rr/dg/pr/96