Un autorizado experto en prevención de desastres estimó aquí que más de un cuarto de la infraestructura física de Trinidad-Tobago quedará destruída en el caso de producirse un terremoto moderadamente severo.
El coronel Mahendra Mathur, director de la Agencia Nacional de Administración de Emergencias (NEMA), estimó que el 25 por ciento de los edificios se derrumbará en caso de producirse un sismo con una intensidad de 6,0 grados en la escala Richter.
La preocupación sobre la capacidad de los edificios para soportar un desastre semejante surgió de dos temblores que registraron 3,8 y 4,5 grados de la escala Richter, y sacudieron el norte de Trinidad en las últimas dos semanas.
Los temblores causaron escasas reacciones en la región que es susceptible a los terremotos. Sismólogos expertos señalaron que cientos de temblores son registrados anualmente en la región. No obstante, la mayor parte no sacudió áreas habitadas o no fue suficientemente fuerte para provocar daños materiales.
La mayoría de las islas cuentan con programas de prevención de desastres y realizan extensos programas educativos, en particular durante la temporada de los huracanes. Las autoridades están aumentando las precauciones para asegurar mínimas pérdidas de vidas y propiedades en caso de desastres naturales.
En Jamaica, por ejemplo, despues del huracán Gilbert en 1988, funcionarios de la construcción pusieron en práctica normas edilicias más severas para contrarrestar el efecto de los temporales, así como mejores sistemas de salidas de emergencia en los edificios.
Sin embargo, sismólogos y meteréologos manifestaron preocupación ante la posibilidad de fuertes pérdidas de vidas y propiedades en el caso de un terremoto moderado.
La mayoría de los edificios en la capital, Puerto España, tienen menos de cuatro pisos de altura pero muchos datan de los años '30 y '40. Incluso las nuevas construcciones, como aquellas que albergan el Ministerio de Finanzas y el Banco Central, fueron erigidas antes del renovado énfasis en la prevención de desastres.
Muchas casas, especialmente aquellas en los terrenos pantanosos del centro de la isla, están construídas sobre pilotes. Mientras esos pilotes protegen las viviendas de frecuentes inundaciones, pueden ser fatales en el caso de un fuerte temblor.
Joan Latchman, de la Unidad de Investigaciones Sísmicas en la facultad San Agustín de la Universidad de Indias Occidentales, declaró que la información sobre cómo erigir casas resistentes a los terremotos no había sido pasada a los pequeños constructores.
"Si bien el constructor modesto incorporará todo lo que sabe, debería haber algún tipo de programa para informarle que puede evitar ir al encuentro de graves problemas", apuntó Latchman.
Mathur se mostro de acuerdo y señaló que hay edificios cuyos techos no están convenientemente asegurados y podrían desplomarse con una fuerte sacudida… "Hay cimientos que no están correctamente vinculados a los techos. Son las paredes y techos las que matan a la gente".
Mathur recordó que durante una visita que hizo a Tokio en 1992, los ingenieros japoneses lo informaron de los progresos alcanzados en normas edilicias y prevención de desastres. Sin embargo, tres años despues, un terremoto de 7,2 grados en la escala Richter sacudió la ciudad de Kobe y mató a 5.000 personas.
"El sistema de carreteras, puentes… todo se desplomó", dijo. "Los japoneses no fueron capaces de rehabilitar a la gente sino meses despues del desastre, de modo que es fácil imaginar lo que podría ocurrir en Trinidad…"
Mathur ha estado conduciendo una campaña en favor de un Código Caribeño Unificado de Construcción de Edificios (CUBIC). El código, que fue proyectado en 1988, contiene una amplia guía para erigir estructuras antisísmicas.
"Nadie se preocupó ni siquiera de tenerlo como texto de consulta", lamentó.
No obstante, NEMA ha seguido adelante con su propio programa de información pública, el cual usa partes del CUBIC que tienen especial relevancia para pequeños constructores que quieren levantar sus propias casas pero no pueden pagar arquitectos o ingenieros.
"Mucha gente parece interesada pero gran parte de los edificios que inspeccionamos no siguen el código", advirtió.
El terremoto más violento que hubo en el Caribe Oriental desde el establecimiento del Centro de Investigaciones Sísmicas en Trinidad tuvo una magnitud de 7,4 grados en la escala Richter y sacudió a Antigua el 8 de octubre de 1974, causando severos daños a su infraestructura en la zona costera.
El peor sismo ocurrido en el siglo XX se produjo en Japón en 1933, tuvo una intensidad de 8,9 en la escala Richter y mató a 2.990 personas. En 1976, otro terremoto de intensidad 8,2 mató a 242.000 personas en Tangshan, China. (FIN/IPS/tra- en/wg/jc/ego/en).
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