SUDAFRICA: Aprobarán ley liberal sobre aborto, estiman analistas

Sudáfrica está a punto de sancionar un proyecto que reforma normas conservadoras sobre aborto aprobadas en 1975 en una de las leyes más liberales del mundo, pronostican analistas políticos y teólogos.

El parlamento deberá votar el Proyecto de Interrupción del Embarazo inmediatamente de reiniciar sus funciones, el 12 de agosto.

El proyecto permitiría el acceso virtualmente universal al aborto a demanda hasta las 12 semanas de embarazo, y bajo ciertas condiciones, entre las 13 y 20 semanas.

La propuesta prevé que mujeres y niñas opten por el aborto sin permiso previo de sus maridos, parejas o padres, y aconseja a las menores de edad, aunque no las obliga, a informar a sus padres sobre la decisión.

Aunque el debate sobre el proyecto presenta los tradicionales argumentos a favor y en contra del aborto, también refleja el enfrentamiento entre las fuerzas conservadoras y religiosas fortalecidas en la era del apartheid y la nueva Sudáfrica, liderada por un gobierno liberal comprometido con la igualdad racial y de géneros.

La situación ha sido paradójica para muchos que se encuentran a sí mismos intentando balancear creencias enraizadas en el pasado y su respaldo al nuevo gobierno.

Aunque el debate dividió a la comunidad religiosa y el público en general, la mayor brecha se produjo en el Congreso Nacional Africano (CNA), que llegó al poder prometiendo asegurar que las mujeres disfrutarían del derecho a controlar sus cuerpos.

El proyecto tiene buenas posibilidades de ser aprobado precisamente porque el CNA lo respalda. Con una mayoría de escaños en el parlamento, el tema debería discutirse a nivel académico.

Pero el CNA también agrupa a varios cristianos y musulmanes devotos que indicaron abiertamente su deseo a expresar sus discrepancias con el proyecto.

El CNA intenta cumplir su promesa de igualdad de género, "pero ahora que la votación se acerca, muchos de sus miembros descubren que se enfrentan a un dilema moral", dijo Albert Nolan, teólogo de la Iglesia Católica Romana del Instituto para la Teología Contextual.

El proyecto ha planteado la posibilidad de un "voto abierto", en el cual los parlamentarios pueden pronunciarse contra su partido, como es frecuente en el Congreso de Estados Unidos. Pero en la democracia parlamentaria sudafricana los votantes eligen un partido.

Frank Chikane, ministro de la Misión de Fe Apostólica y ex secretario general del Consejo Sudafricano de Iglesias, ha liderado la campaña por el voto abierto.

La propuesta de Chikane y John de Gruchy, del Insituto de Investigación sobre la Cristiandad en Sudáfrica, alega que el voto abierto evitaría forzar a "algunos miembros a una situación en la cual tendrían que ser desleales al CNA o negar su propia integridad moral o religiosa".

De Gruchy respalda el nuevo proyecto, pero afirma que los musulmanes y cristianos dentro del partido del gobierno deben tener la posibilidad de votar de acuerdo a su conciencia.

Los analistas indican que un voto abierto no será suficiente para derrotar el proyecto, que sólo requiere una mayoría simple. El CNA tiene 252 escaños en el parlamento, mientras los partidos de oposición totalizan 148.

La deserción de 53 miembros del CNA en este tema parece poco posible, sostienen observadores, entre ellos Gruchy.

Una reciente encuesta realizada por el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica reveló que 61,3 por ciento de los 2.180 abortos ilegales realizados en Sudáfrica en 1994 fueron practicados a mujeres blancas, urbanas y de clase media, aunque la población blanca constituye 16 por ciento de la población.

De las 44.000 mujeres que llegaron al hospital con abortos incompletos en 1994, alrededor de 84 por ciento eran negras, 11 por ciento mestizas, cuatro por ciento asiáticas y uno por ciento blancas, según el estudio. (FIN/IPS/tra-en/jf/kb/lp/ip/96

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