El proyecto de tratado que se propone prohibir todo tipo de ensayos nucleares reales, cuyo trámite final acaba de ser bloqueado por India, será puesto a votación en la Asamblea General de la ONU el 9 de septiembre, aseguró el delegado de Australia en la organización mundial.
India rompió esta semana en Ginebra el consenso que era necesario para aprobar el texto del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT) en la Conferencia de Desarme que negoció el instrumento durante dos años y medio.
El veto indio logró impedir que la Conferencia de 61 países remitiera el proyecto al próximo período ordinario de sesiones de la Asamblea General.MDBO/ .MDNM/de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), e incluso bloqueó el envío del informe del Comité de Negociaciones de aquel cónclave diplomático.
No obstante, el delegado australiano Richard Butler informó que su país ha pedido una sesión especial de la Asamblea General para dar aprobación al mismo texto negociado en Ginebra, de forma que el mismo pueda ser abierto a la firma de los Estados el mes próximo.
"Lamentamos que haya debido hacerse de esta manera -dijo Butler- pero no estamos dispuestos a aceptar que se postergue este momento único en la historia".
El gobierno indio ha insistido en que sólo aceptará una veda total de las pruebas si las cinco potencias nucleares reconocidas – Gran Bretaña, China, Estados Unidos, Francia y Rusia- se comprometen a cumplir un calendario para la destrucción de los arsenales atómicos.
Australia sometió el borrador del tratado este mismo viernes al presidente de la Asamblea General, el portugués Diogo Freitas do Amaral, acompañándolo de un proyecto de resolución según el cual el alto órgano aprueba el instrumento y lo abre a la firma de los 185 Estados miembros de la ONU.
Butler calificó a esa resolución de "mero procedimiento", augurándole un apoyo generalizado en la sesión especial que ha solicitado para el 9 de septiembre, cuando espera lograr que sea sometida a votación.
El diplomático australiano dijo que aspira a conseguir "una lista muy, muy larga" de co-patrocinantes de la resolución, tal vez más numerosa que el grupo de 90 naciones que auspiciaron otra resolución de la Asamblea General, en diciembre pasado, en favor de la prohibición de las pruebas nucleares.
Australia libró una dura lucha contra los ensayos subterráneos realizados el año pasado y este año por Francia y China, pero su causa se enfrenta con la negativa de India, que mantiene una tensa situación con Pakistán en Asia meridional y es uno de los países que se encuentran en el llamado "umbral nuclear".
Israel y Pakistán comparten con India esa calificación, que dio origen en Ginebra a una modificación de la cláusula para la entrada en vigencia del CTBT, lo cual ofreció a Nueva Delhi un nuevo motivo para romper el consenso.
La cláusula acordada hace imprescindible la ratificación de un grupo de 44 naciones, entre las que se cuentan estos tres países y las cinco potencias nucleares reconocidas, para que el tratado sea exigible.
Si el tratado no entra en vigor en el plazo de tres años, el texto requiere la realización de una conferencia internacional para decidir la forma de asegurar su cumplimiento.
El ministro de Asuntos Exteriores de India, I.K. Gujral, dijo esta semana que esa cláusula "niega a India el derecho soberano de libre consentimiento y contiene un elemento de implícita coacción".
Enseguida del bloqueo provocado por India en Ginebra, las cinco potencias nucleares salieron a buscar apresuradamente la forma de preservar por lo menos algo de todo lo que se había avanzado en los dos años largos en que se negoció el CTBT.
Sin el consenso de la Conferencia de Desarme detrás de sí, el CTBT se presenta con menor credibilidad ante el resto del mundo.
Algunos países en desarrollo muestran cierta inquietud por el hecho de que el trabajo de dos años de negociaciones pueda quedar deshecho porque una nación se oponga, e incluso porque ese trabajo pueda ser considerado innecesario.
"Las potencias nucleares harían bien en presentar alguna propuesta capaz de concitar el apoyo de los países no alineados", comentó Nicola Butler, analista del Consejo Británico-Americano de Información de Seguridad.
La mayoría de los analistas confían en que el CTBT pueda recoger una fuerte mayoría en la Asamblea General, puesto que sólo India e Irán pusieron objeciones a su texto entre los 61 países que participan de la Conferencia de Desarme.
Al calificar de "mero procedimiento" la resolución presentada a la Asamblea General, el delegado australiano apunta a bajar las exigencias reglamentarias para que ella pueda ser aprobada por una mayoría simple.
No obstante, Nicola Butler advirtió que "no deberían buscar una mayoría simple sino un apoyo entusiasta".
Otros expertos entienden que la Asamblea General debería dar vuelta el resultado obtenido en Ginebra, sin hacer un desaire ostentoso a la Conferencia de Desarme.
El pronto apoyo de algunos países en desarrollo en lo últimos días, ya ha devuelto credibilidd al CTBT. Entre ellos se cuentan Brasil, Chile, México, Pakistán y Perú, que han adelantado su conformidad a que sea considerado en la Asamblea General. (FIN/IPS/tra-en/fah/arl/ip/96