El Vaticano lanzó hoy una campaña para tranquilizar al mundo sobre el estado de salud del Papa, luego que trascendió que el pontífice, de 76 años, había sido internado secretamente la semana pasada.
Trascendió que Juan Pablo II había llegado a tener fiebre cuando el día 14 lo internaron en el hospital Regina Apostolorum, en Albano, ubicado cerca de Castelgandolfo, la residencia veraniega de los Papas, donde se reposa en estos días.
La semana pasada, el pontífice había sufrido fuertes dolores abdominales que llevaron a los médicos que lo atienden a realizar exámenes en ese hospital. Los análisis revelaron que el Papa se encuentra bien, señaló oficialmente el Vaticano.
El director del hospital Regina Apostolorum, Francesco Bevere, calificó de injustificada la alarma suscitada por la aparición del Papa el domingo en Castelgandolfo para leer el Angelus.
Medios de prensa comentaron que Juan Pablo II apareció cansado en esa oportunidad, habló con dificultad, sonrió menos que de costumbre y tenía los ojos semicerrados.
"A mí no me pareció particularmente fatigado, creo más bien que ahora se comienza a fantasear", destacó Bevere.
A su vez, "L'Osservatore Romano", órgano oficial del Vaticano, informó que el domingo Juan Pablo II se reunió con los integrantes del grupo musical español "Real banda de gaitas".
Se trató de un "alegre y sonriente encuentro", comentó, agregando que el Papa pidió un bis y saludó a los músicos desde una ventana del palacio de Castelgandolfo.
"Suenan más que nunca roncas las voces de aquellos que incluso tratan de redactar diagnósticos y que ni siquiera estaban presentes en el concierto del domingo en la tarde", destacó el diario.
El Vaticano confirmó además que el Papa cumplirá con todos los compromisos previstos para esta semana, comenzando por la reunión que mantendrá este martes en Castelgandolfo con un grupo de científicos. Al día siguiente celebrará una audiencia general en el Vaticano.
El Papa se trasladará en helicóptero desde Castelgandolfo, ubicado a unos 30 kilometros de Roma, un viaje que no se hubiera previsto en caso de que existieran motivos de preocupación por su salud, destacron voceros del Vaticano.
También fueron confirmados las visitas programadas por el Papa para septiembre: a Hungría, los días 6 y 7, y a Francia, del 19 al 22.
Para mayor tranquilidad de los católicos de todo el mundo, la Santa Sede hizo saber además que el médico personal del pontífice, Renato Buzzonetti, partió de vacaciones.
Según un comunicado oficial de la Santa Sede, Juan Pablo II se somete periódicamente a exámenes después que en 1992 le extirparon un tumor benigno del intestino.
En 1981 había debido ser sometido a una seria intervencnión luego de ser baleado por un terrorista turco. (FIN/IPS/jp/dg/ip-cr/96
