/DROGAS Y NARCOTRAFICO/

La violencia y el consumo de drogas entre los jóvenes, especialmente en centros de educación, se presentan como problemas gemelos que crecen en toda la región del Caribe, pese a los esfuerzos por controlar la situación.

Sin embargo las autoridades de Barbados no han demorado en tomar medidas vigorosas para atacar unos fenómenos que la mayoría de la población considera un flagelo para la sociedad.

Según una ley aprobada hace poco por el Parlamento, los estudiantes que sean sorprendidos en posesión de drogas ilegales, pistolas u otras armas, dentro de los recintos escolares, podrán ser enviados a la cárcel hasta por seis meses.

La ley también faculta a las autoridades para que investiguen a los estudiantes sospechosos de realizar actos ilegales, incluso en casos de destrucción de bienes escolares.

Los estudiantes que infrinjan la ley serán pasibles de suspensión, expulsión, multa de hasta 500 dólares o prisión por el término de seis meses.

Las nuevas medidas, no obstante, recibieron la crítica del opositor Partido Laborista Democrático. El segundo jefe del partido, Freundel Stuart, dijo que la nueva ley convierte a los estudiantes en delincuentes.

"Hacer de los estudiantes el blanco de la política en esta materia no es una solución", advirtió Stuart. "Ellos son en verdad las víctimas de los problemas de la sociedad".

La ministro de Educación, Mia Mottley, desestimó las críticas afirmando que la ley está dirigida a quienes tienen intenciones delictivas.

No obstante, Mottley recordó que "no existen programas de rehabilitación para los estudiantes que deben abandonar el colegio. Continúan con su mal comportamiento, que tiende a empeorar. Por lo tanto, es necesario crear un sistema que permita atender esa situación".

La nueva legislación fue motivada por una serie de violentos incidentes relacionados con el consumo de drogas y el uso de armas de fuego.

Un instituto secundario del norte de la isla debió ser vigilado por la policía para mantener alejados de él a los individuos que pasan la droga.

El fiscal general, David Simmons, informó que un estudio reciente sobre 110 prisioneros reveló que cerca de un tercio de ellos habían sido alumnos de dos específicos institutos de enseñanza secundaria, cuyos nombres no mencionó.

"Creo que debería existir una ley que permitiera realizar pruebas sorpresivas de dopaje entre estudiantes sospechosos de consumir drogas", declaró un director de instituto.

También se han escuchado voces que reclaman la aprobación de normas que configuren como delito la posesión de bebidas alcohólicas en las escuelas, dado el avance del alcoholismo entre la población estudiantil.

"Estamos doblemente preocupados por la cantidad de niñas que consumen alcohol. Hemos visto cómo crece el número de chicas adolescentes que consumen promedialmente 300 mililitros de ron por día", dijo el sargento Kenneth Atherley, jefe del Proyecto de Comunicación Juvenil de la policía.

A principios de este año, los oficiales descubrieron que las jóvenes estudiantes, algunas de sólo 12 años de edad, portaban ron como bebida ordinaria junto a su almuerzo.

Según las disposiciones de la nueva ley, los estudiantes que sean sorprendidos en posesión de los artículos prohibidos deben responder ante sus padres, la policía, los funcionarios del ministerio competente y la junta directiva del colegio.

Las nuevas normas estipulan sanciones de suspensión que comienzan en 15 días por la primera infracción, 30 por la segunda, y se convierten en expulsión en la tercera. (FIN/IPS/tra- en/ta/jc/arl/ip-ed/96)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe