Las Naciones Unidas están haciendo lentos pero "importantes" progresos hacia el establecimiento de un tribunal global que procese a terroristas, traficantes de drogas, torturadores y criminales de guerra.
"Por primera vez en casi cuatro décadas, las Naciones Unidas están negociando activamente una convención sobre la creación de un tribunal permanente", declaró Bill Pace, coordinador de una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) que apoya la iniciativa.
La coalición de ONG incluye el Movimiento Federalista Mundial, Amnistía Internacional, la Comisión Internacional de Juristas, Human Rights Watch y Parlamentarios por Acción Global.
Pace señaló que el año pasado hubo naciones que dijeron no estar convencidas sobre la necesidad de instalar el tribunal. "Pero este año, ningún país objetó su creación", dijo.
Las naciones que expresaron reservas fueron Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Japón, India y kenia.
Actualmente, una Comisión Preparatoria de la ONU sobre el Establecimiento de un Tribunal Internacional Penal (ICC) esta manteniendo una sesión de tres semanas para discutir la logística de la propuesta.
El titular de la comisión, Adriann Bos, de Holanda, dijo que el hecho que ningún país se hubiera opuesto al ICC "es un indicio del importante progreso logrado en un corto período de tiempo".
Cherif Bassiouni, vicepresidente de la comisión, señaló que desde la Primera Guerra Mundial (1914-1918) la comunidad internacional ha buscado establecer un tribunal para juzgar a los autores de los cuatro principales delitos internacionales: agresión, genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.
"No obstante, los gobiernos han sido reluctantes de llevar a cabo la creación del tribunal debido a su potencial para limitar sus propias opciones políticas y la posibilidad de ser usado contra sus propios líderes", dijo Bassiouni, que tambien es profesor de derecho en la Universidad DePaul en Chicago.
Bassiouni expresó que el mundo necesita crear un archivo histórico de los principales crímenes internacionales, al menos para establecer la verdad y educar a las generaciones futuras. "Es una idea cuyo momento no solo llegó sino tambien caducó hace mucho tiempo", agregó.
Pace afirmó que el ICC "podría disuadir a futuros dictadores genocidas como Pol Pot (de Camboya) o Idi Amin (de Uganda) de masacrar a sus conciudadanos".
Los crímenes de guerra en Bosnia-Herzegovina y el atentado terrorista contra el Jumbo de Pan Am 103, que estalló en 1988 cuando volaba sobre Lockerbie, Escocia, "son excelentes ejemplos del tipo de crímenes que requieren un tribunal internacional", observó Pace.
Pace dijo que entre las cuestiones más importantes todavía no resueltas por los 185 estados miembros de la ONU se encuentran los tipos de crímenes que deben ser incluídos en la jurisdición del tribunal y el papel del Consejo de Seguridad.
Los últimos dos tribunales de guerra de la ONU para investigar el genocidio en Bosnia y Ruanda fueron instalados por el Consejo de Seguridad.
Algunas naciones occidentales, incluyendo Estados Unidos, expresaron su preferencia por el Consejo de Seguridad de la ONU para crear tribunales ad hoc que juzguen crímenes internacionales caso por caso. Arguyeron que el Consejo podría tener mejor control sobre los poderes de esos tribunales y la designación de jueces.
Pace dijo que los cinco miembros permanentes del Consejo – Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia- "están ansiosos de ejercer alguna forma de control sobre la etiqueta del tribunal".
"Algunos de esos estados quieren que el Consejo de Seguridad sea el guardabarrera del tribunal", agregó.
Pace se quejó que esos países quieren frenar el progreso prefiriendo optar por un tribunal "dentro de un plazo de 200 años y no 12 meses". Para algunas naciones "un tribunal viene bien siempre que no se aplique a nosotros".
Benjamin Ferencz, quién actuó como fiscal en los procesos por crímenes de guerra en Nuremberg, Alemania, dijo que si el tribunal se creaba mediante un tratado, ese acuerdo debía ser ratificado por los estados miembros.
"Tomó 40 años a Estados Unidos ratificar la Convención sobre Genocidio", apuntó.
Ferencz observó que la creación de semejante tribunal involucrará "limitar los derechos soberanos de una manera que podría resultar familiar a los estadounidendes".
"Así como las 13 colonias (Estados Unidos) tuvieron la necesidad de ceder muchos derechos soberanos a un gobierno central en 1787, del mismo modo la violenta e interdependiente comunidad global está comenzando a aprender que la soberanía pertenece al pueblo y nadie debería salir impune por asesinato", expresó.
"La falta de un tribunal penal internacional que castigue a los criminales ofende a las víctimas de guerra y delitos contra la humanidad y alienta a los genocidas, torturadores y asesinos", dijo Ferencz.
Pace dijo que temas políticos candentes, como soberanía, serán discutidos en exhaustivas sesiones durante una conferencia diplomática que tendrá lugar en Italia.
Si bien el ICC sigue ganando amplia aceptación internacional en las Naciones Unidas, advirtió que muchas cosas podrían ir mal.
"Aquellos gobiernos que quieren un tribunal solo si pueden controlarlo podrían trabar el avance de las reuniones de la comisión preparatoria y en la Asamblea General", previno. "Peor aún, tratarán de incluir conceptos en el texto que debilitarán al ICC al punto de hacerlo ineficaz", acotó.
"Si se fracasa ahora, pasarán años antes que el clima político internacional vuelva a ser favorable", advirtió Pace. "La creación de un ICC podría ser uno de los hechos más importantes para la justicia y la paz desde la fundación de las Naciones Unidas", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/ego/ip-hd)