El gobierno de Cuba presentó hoy un grupo de libros y boletines como pruebas de la "actividad subversiva" desempeñada en este país caribeño por la diplomática estadounidense Robin Meyers.
Marianela Ferreol, vocera alterna del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo en rueda de prensa que Meyers realizaba acciones concretas para estimular el "desorden social" en la isla y con el único propósito de "subvertir" el orden establecido.
"Tenemos pruebas", afirmó Ferreol, quien aprovechó la ocasión para colocar sobre la mesa una edición de bolsillo de "Rebelión en la granja", novela del escritor inglés George Orwell usada por los opositores cubanos como un simil del sistema socialista.
El paquete de literatura subversiva presentado por la cancillería incluye títulos como "Guía de recursos para la transición en Cuba: preparación para la libertad", "Dear Fidel Castro", "¿Cómo conducir una reunión sindical?" y "Martí en Cuba hoy", junto a varios ejemplares del boletín "Disidente".
Encargada de seguir el tema de los derechos humanos en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Meyers recibió la semana pasada una comunicación del gobierno cubano sobre la cancelación de su visado de estancia en la isla, donde podría permanecer sólo hasta este miércoles.
En un acto de reciprocidad considerado injusto por el gobierno del país caribeño, Estados Unidos decidió revocar la visa al diplomático cubano José Luis Ponce, acreditado en la Sección de Intereses de Cuba en Washington.
Glyn Davies, vocera del Departamento de Estado de Estados Unidos, reconoció el lunes pasado que durante los dos últimos años Meyers se reunió abiertamente con representantes de grupos de defensa de los derechos humanos y profesionales cubanos.
La diplomática estadounidense llevó a esos grupos "soporte moral" y distribuyó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, periódicos, revistas y libros de texto sobre gobierno, democracia, relaciones internacionales y periodismo, según la vocera del Departamento de Estado.
"Los diplomáticos estadounidenses realizan actividades semejantes en todo el mundo", declaró Davies, quien enfatizó la voluntad de su gobierno de trabajar vigorosamente para promover una transición pacífica hacia la democracia en Cuba.
Ferreol aseguró que actividades como estas "jamás han sido permitidas en Cuba y no serán permitidas a ningún diplomático".
Fuentes oficiales cubanas aseguran que cuentan con pruebas suficientes para demostrar el papel del gobierno de Estados Unidos, y de sus diplomáticos acreditados en la isla, en la organización y financiamiento de los grupos opositores ilegales.
Observadores locales vieron en la cancelación de visa a Meyers un gesto diplomático en respuesta a la designación por el presidente Bill Clinton del subsecretario de Comercio, Stuart Eizenstat, como enviado especial sobre Cuba.
"Es irónico ver a un subsecretario de Comercio con la tarea de interferir el libre comercio entre las naciones", dijo el canciller cubano Roberto Robaina a propósito de la misión que en las próximas semanas emprenderá el nuevo enviado especial.
Eizenstat visitará Canadá, México y varios países europeos para tratar el tema de la ley Helms-Burton, que refuerza el bloqueo a Cuba, y la entrada en vigor de su título III, que prevé sanciones contra terceros países por mantener negocios con la isla.
"Algunos en el mundo, incluso de buena fe, se ofrecen de intermediarios para buscar una solución a los problemas entre Cuba y Estados Unidos. Y Estados Unidos anda ahora en busca de intermediarios precisamente para todo lo contrario", dijo Robaina. (FIN/IPS/da/ag/ip/96