(Artes y Espectáculos) AFRICA: Desorden empaña Festival de Música

Graves problemas de organización afectaron el primer Festival Panafricano de Música (Fespam) y Congo, que consideraba un triunfo su designación como sede de ese acontecimiento bienal, teme perder esa condición.

Fespam se realizó entre el 9 y el 16 de este mes con patrocinio de la Organización de Unidad Africana (OUA) y participación de 1.000 artistas de 20 países, congregados bajo el lema de "Música africana al servicio de la paz y el desarrollo".

"Francamente, hubo muchas imperfecciones. No había nadie a la mano para ayudar a los artistas", señaló el músico zaireño Gatto Beevens.

"Esa omisión no me afectó personalmente, ya que soy zaireño y Zaire y Congo son casi el mismo país. Pero quienes llegaron de lejos se marcharon decepcionados", dijo Beevens, en cuya opinión, la deficiente organización del festival perjudicó la imagen de Africa.

La protesta de los músicos se concentró especialmente en las inadecuadas condiciones de alojamiento.

Algunas delegaciones fueron destinadas a colegios que no contaban con agua corriente ni servicios sanitarios en funcionamiento, y otras, a hoteles habitualmente frecuentados por prostitutas y sus clientes.

Los representantes de la República Centroafricana y Camerún amenazaron con marcharse del albergue que les adjudicaron e instalarse en sus respectivas embajadas.

Los artistas y sus guías fueron vistos en varias ocasiones en las calles cuando buscaban transporte para las salas en que debían actuar, y cambios imprevistos de programación irritaron al público.

Funcionarios de la OUA admitieron que el festival no tuvo el funcionamiento esperado. Según Dolorosa Mubvumbi, vicepresidenta del Comité Internacional de Fespam, dependiente de la OUA, las dificultades se debieron a negligencia en los preparativos.

"Estaba prevista una reunión de evaluación de los preparativos y la publicidad, pero no fue realizada. El presidente del festival nos aseguró que todo estaba bien aceitado y que Fespan se desarrollaría normalmente", declaró Mubvumbi.

Los problemas de organización fueron destacados por la prensa antes de la inauguración del festival. Pero en vísperas de la apertura oficial, el gobierno prohibió la circulación de los periódicos de propiedad privada, acusándolos de transgredir una nueva ley de prensa.

"Creo que los periódicos (extranjeros) se referirán al festival como 'Fiasco-Pam', en vez de Fespam. Fue un auténtico fracaso. Las condiciones de alojamiento y transporte de los participantes dejaron mucho que desear", manifestó el periodista Daniel Ndo, de Brazzaville.

No obstante, algunos artistas aseguraron que, pese a las molestias sufridas, recogieron una impresión favorable del festival.

"Nadie debe sentirse decepcionado. Para mí, Fespam fue como una peregrinación. Desde luego, hubo dificultades, pero me gustaron la bienvenida y el buen material que fue puesto a nuestra disposición", dijo el artista senegalés Ismael Lo.

El optimismo de Lo no fue empañado ni por el aplazamiento por dos días de su presentación, que se debió a la retención en la aduana de su equipo de sonido.

El secretario general adjunto de la OUA, Pascal Gayama, atribuyó las dificultades registradas al infortunio económico de casi todos los países africanos.

"Es cierto que tuvimos algunos problemas, pero yo lo atribuyo a la crisis de la que nuestros países comienzan a emerger. No es asunto sencillo lograr las condiciones materiales y financieras requeridas" para la celebración del festival, indicó Gayama.

Congo aporto dos millones de dólares a la financiación de Fespam, y la OUA contribuyó con 150.000 dólares. El gobierno anfitrión criticó la falta de colaboración de otros estados africanos.

"Los otros países debieron financiar el viaje de los participantes, pero ninguno lo hizo", advirtió Joseph Galoukossi- Tamba, vicecomisario general de Fespam.

Debido a los problemas observados, el gobierno de Congo despidió al comisario general de Fespam, Charles Tchikou, cuatro días después de inaugurado el acontecimiento.

Tchikou fue acusado de "no controlar el festival" y de abusar de su posición. Hubo denuncias de desvío de fondos, pero no fueron confirmadas oficialmente.

Los organizadores de Fespam afirman que los difíciles momentos vividos servirán de experiencia para la segunda instancia de Fespa, prevista para 1998. Temen el cambio de sede, pero se declaran dispuestos a encarar el desafío de un nuevo festival.

"Tuvimos dificultades con la primera edición. Los primeros pasos son siempre difíciles. Pero con la experiencia obtenida, estaremos en condiciones de actuar con eficacia en una nueva oportunidad", aseguró Galoukossi-Tamba.

Mientras, los partcipantes en un simposio de cuatro días sobre música africana, realizado en el marco del festival, anunciaron la construcción de un complejo para espectáculos musicales. También ofrecieron a los organizadores de Fespam un curso de capacitación en el Centro Internacional de Música y Danza.

Así mismo, el Centro Cultural Francés de Brazzaville albergó una exposición de instrumentos de música africanos.

"A nuestro modo, hemos contribuido a la paz y el desarrollo de Africa y lo seguiremos haciendo", declaró Monique Seka, una artista de Costa de Marfil, en la ceremonia de clausura de Fespam.

"El festival africano, que une a nuestros pueblos, puede ayudar a evitar o a poner fin a los conflictos que destruyen el continente", agregó Seka. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/ff/cr/96

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