ARMAMENTISMO: Rusia encabeza ventas al mundo en desarrollo

Las ventas de armas de Rusia al mundo en desarrollo aumentaron 62 por ciento en 1995, alcanzando 6.000 millones de dólares y superando a Estados Unidos, que vendió por 3.800 millones de dólares, según el Servicio de Investigación del Congreso de ese país.

Rusia es ahora el mayor vendedor de armas al mundo en desarrollo, siendo China el principal cliente, indicó el informe. No obstante, las ventas rusas son difíciles de calcular con certeza debido al secreto de Estado, débiles controles de exportación y cierta confusión entre contratos firmados y entregas reales.

Dos años atrás, Rusia envió su armamento más moderno a la Exhibición Aeroespacial Internacional realizada en Santiago de Chile.

Brasil ya compró 112 sistemas antimisilísticos Igla, y considera otras propuestas rusas de tanques y sistemas de defensa aéreos.

India, China, Vietnam, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos y Chipre fueron responsables de 65 por ciento de las ganancias por ventas de armas obtenidas por Rusia el año pasado.

Rusia no informa sobre la venta de armas convencionales a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como hacen otros países occidentales, y las estimaciones de varios organismos de investigación son variadas.

Aunque todas las fuentes afirman que las exportaciones de armas rusas crecieron en 1995, ninguna otra estimación es tan alta como la de Estados Unidos.

El Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz, por ejemplo, estima que las exportaciones rusas totalizaron 3.900 millones de dólares en 1995, mientras algunos altos funcionarios rusos sugieren 2.500 millones de dólares.

Se calcula que las cifras de este año revelarán un aumento mayor.

Según Alexander Kotelkin, presidente de la empresa exportadora Rosvooruzheniye, el comercio alcanzaría unos 3.500 millones de dólares en 1996, y dada la estabilidad de la situación política y el mercado favorable podría situarse en 4.000 millones de dólares, mientras ya se firmaron contratos por 7.000 millones.

Antes de fin de año, dijo Kotelkin, "podríamos firmar varios nuevos contratos, por un total de 3.500 millones de dólares, a ser implementados en los próximos tres o cuatro años", aunque admitió que muchos fueron cancelados el año pasado tras informaciones de corrupción en Rosvooruzheniye.

El empresario afirma que las informaciones fueron parte de una campaña occidental de sabotaje.

La industria de armamento rusa ha sido indudablemente golpeada por la crisis económica. El Ministerio de Industria de Armamentos cuenta con 1.700 empresas y más de tres millones de empleados. Alrededor de 41 por ciento de estas empresas son propiedad del Estado, 32 por ciento copropiedad estatal, y 27 por ciento independientes.

No obstante, muchas enfrentan serias dificultades debido a una drástica reducción de los contratos gubernamentales.

Tras la caída de la Unión Soviética, Rusia debió enfrentar la formidable tarea de reconstruir un comercio basado en entregas "políticas" de armas sobre una base ideológica, para erigirlo en función de principios económicos.

Las últimas cifras sugieren cierta medida del éxito, incrementada por equipos de alta calidad y precios sustancialmente menores que modelos occidentales equivalentes.

Por ejemplo, un avión MiG-29 es 25 por ciento más barato que un estadounidense F-18. Rosvooruzheniye ha utilizado este argumento para promover sus ventas en ferias de armas y exhibiciones aéreas en todo el mundo en los últimos dos años.

La venta de Rusia a Malasia de 18 MiG-29 por 615 millones de dólares el año pasado marcó la penetración de Rusia en el mercado de armas del Sudeste Asiático.

El misil Smerch, uno de los mayores exponentes de la maestría rusa en la fabricación de armas, fue presentado en 1995 en Kuwait. Rosvooruzheniye ofrece ahora a sus clientes la tecnología más moderna, con modelos recién salidos del departamento de montaje, probados y en proceso de producción serial.

En el pasado, el conocimiento militar soviético permanecía bajo secreto de Estado por largo tiempo, e incluso los aliados no podían acercarse a las armas.

Ahora la Oficina de Diseño Sukhoi planifica ofrecer su nuevo modelo no sólo a la Fuerza Aérea rusa, sino también a clientes extranjeros.

India y Malasia están construyendo, con la participación de Rusia, centros técnicos regionales de mantenimiento de MiG. En Kuwait, se propuso la instalación de una empresa para la reconstrucción de maquinaria de combate de infantería.

El mantenimiento es una nueva área de actividad de Rosvooruzheniye. La empresa considera a los países del Cercano y Medio Oriente los más prometedores en términos de compras de armas, pero no contempla el abandono de mercados en Europa oriental sin dar su batalla.

Zinovy Pak, ministro ruso de Armamento, cree que lo peor ha pasado para las empresas rusas. "Ya superamos a nuestros rivales en muchas áreas", dijo en una entrevista, y añadió que se trabaja en un programa para el desarrollo de la industria, en particular "altas tecnologías", a extenderse hasta 2010. (FIN/IPS/ai/jmp/rj/lp/ip/96

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