AMERICA LATINA: Arias fustiga fin de embargo de armas de EEUU

El ex presidente de Costa Rica y premio Nóbel de la Paz Oscar Arias fustigó hoy a Estados Unidos por su decisión de poner fin al embargo para la venta de armas a América Latina.

El ex mandatario señaló que el secretario de Defensa de Washington, William Perry, justificó esa decisión diciendo que si Estados Unidos no vende armas a América Latina alguien más se las va a vender, un argumento "imperdonable", según dijo.

"Ese mismo argumento podrían usar los colombianos para decir que si ellos no le venden droga a Estados Unidos, alguien más se la va a vender", señaló.

Arias dijo que el mundo entero espera ver en Estados Unidos no sólo una potencia económica y militar sino también moral, "pero mientras pongan las ganancias por encima de los principios, no lo va a ser".

Calificó de triste que 70 por ciento de las armas vendidas en el mundo provengan de Estados Unidos y que ese país utilice a sus embajadores como vendedores de armamento.

"Si el país que va a comprar armas es rico, como Arabia Saudita, allá su conciencia, pero si es pobre, como la mayoría de los de América Latina, es criminal que se gaste en aviones, helicópteros artillados y tanques cuando se condena a los pueblos a la pobreza", apuntó.

Agregó que es muy difícil convencer a los políticos estadounidenses de enfrentarse al poder militar industrial.

Al mismo tiempo, fustigó la decisión del presidente Bill Clinton de firmar la ley que elimina los programas de asistencia social, con lo cual aumentará la pobreza, castigando a los más pobres y a los inmigrantes legales.

"Va a castigar a los inmigrantes legales, gente que, en la mayoría de los casos, hace el trabajo que no quieren hacer los blancos y que defiende la soberanía del pais enlistándose en el ejército cuando se les requiere", agregó.

Paralelamente, destacó, Clinton aumentó en 6.000 millones de dólares, lo que revela "la ausencia de prioridades que se ajusten a la época".

Las declaraciones de Arias se produjeron en el marco del seminario de "Relaciones cívico militares comparadas: entendiendo los mecanismos de control civil en pequeñas democracias", organizado en Sam José por el Centro para la Paz de la Fundación Arias.

El seminario discutió este viernes las relaciones cívico- militares en América Central, analizándose específicamente los casos de Guatemala, Honduras y Nicaragua.

En general, los participantes de esos países coincidieron en que las Fuerzas Armadas de la región sobrevivirán con reducciones en el número de efectivos y deberán enfrentar una readecuación de funciones acorde con los tiempos de paz.

Leticia Salomón, de la Universidad Nacional de Honduras, explicó que las Fuerzas Armadas de ese país han enfrentado una sustancial reducción de hecho.

Ello se debe a la eliminación en 1994 del servicio militar obligatorio, el retiro voluntario de muchos oficiales que no encuentran ya un futuro en los cuerpos castrenses y la reducción del presupuesto militar motivado por la caída en la ayuda militar de Estados Unidos, dijo.

Gabriel Aguilera señaló que en las negociaciones que se realizan entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) para acabar con el conflicto armado no se ha planteado la eliminación de las Fuerzas Armadas.

Pero indicó que el fin de la guerra conllevará sin duda una reducción en el número de efectivos, en un proceso que ya se ha iniciado.

La próxima semana se inicia la desactivación de los Comités Voluntarios de Defensa Civil, que cuentan con numerosos efectivos, indicño la investigadora guatemalteca.

Raúl Benítez, de la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que la región debe plantearse seriamente el problema de los desmovilizados, un asunto que enfrentará Guatemala luego de que en las próximas semanas se firme el acuerdo de paz.

El fin de la guerra en ese país obligará a la desmovilización de unos 20.000 soldados y entre 2.000 y 3.000 guerrilleros que demandarán trabajo y garantías de reincorporación a la sociedad, afirmó.

Benítez señaló que los ejércitos tienen misiones nuevas importantes dentro de la sociedad, como las labores de rescate en situaciones de desastre, porque tienen capacidad y disciplina, dos condiciones que "no pueden olvidarse".

También mencionó la lucha contra el separatismo territorial y la acción cívica.

Dentro de esas nuevas misiones también incluyó la seguridad pública cuando esta labor no pueda ser desempeñada por la policía civil.

"¿Si las policías son ineficaces, quién va a ordenar la convivencia ciudadana? El ejército se asume como el último protector", agregó. Mencionó como tras funciones de las Fuerzas Armadas el combate al terrorismo y al narcotráfico y la defensa de los recursos naturales y el medio ambiente.

El ex presidente Arias consideró en cambio que las Fuerzas Armadas no tienen razón de ser en tiempos de paz.

Al ser consultado sobre el trabajo de los militares en campañas de salud y de erradicación de vectores señaló que se trata de "un sofisma".

"No veo cómo los soldados van a combatir al mosquito de la malaria, ?acaso van a dispararle una bala a cada uno de ellos?", ironizó.

El seminario, en el que participan también representantes de Europa, Asia y Africa, concluirá este sábado. (FIN/IPS/mso/dg/ip/96)

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