Representantes de 20 organizaciones ecologistas de Asia, Europa y América Latina se reunirán en octubre en Honduras para lanzar una campaña de boicot al consumo del camarón cultivado.
El propósito del encuentro consiste en frenar el deterioro de los ecosistemas costeros donde se desarrolla la industria del camarón y fomentar conciencia en los consumidores para que exijan una especie de sello verde al momento de adquirir el producto.
Jorge Varela, presidente del Comité para la Defensa de la Flora y la Fauna del Golfo de Fonseca (Codefagol) en Honduras, consideró que la situación ambiental en los países donde se cultiva el camarón amerita un llamado de atención.
"Si los gobiernos no quieren tomar conciencia sobre el impacto que la destrucción de los manglares tiene en el mundo marino, nosotros creemos que llegó el momento de hacer algo para impedir un ecocidio", afirmó Varela.
La reunión de Honduras, promovida por la organización ambientalista internacional Greenpeace y Codefagol, promoverá alternativas viables a la producción camaronera sin que se destruya el hábitat marino.
Honduras, segundo productor de camarón cultivado después de Ecuador, fue elegido como sede de la cita por el serio deterioro que presenta el Golfo de Fonseca, que el país centroamericano comparte con El Salvador y Nicaragua.
Según estudios efectuados por la Organización de las Naciones Unidas, en los últimos 10 años el avance de la camaricultura en el Golfo aumentó de 1.000 a 11.500 hectáreas.
La región del Golfo de Fonseca constituye uno de los recursos naturales más importantes de América Central y sus humedales cubren una superficie aproximada de 1.000 kilómetros cuadrados, con estuarios compuestos de bosques de manglar, arroyos, planicies inundables y lagunas de invierno.
Este sábado, los pescadores de la región sur amenazaron con efectuar una marcha a Tegucigalpa en protesta por la destrucción del Golfo y la situación que viven las comunidades pesqueras.
Según Codefagol, la industria del camarón está desplazando la pesca artesanal de la zona, cuyos habitantes han estado acostumbrados a vivir del camarón mediante métodos tradicionales de explotación sin alterar el hábitat de los manglares.
El camarón, tercer rubro de exportación de Honduras, genera divisas por 100 millones de dólares al año y da empleo en forma permanente a unas 10.000 personas. (FIN/IPS/tm/ag/en/96