El gigante petrolero estadounidense Occidental Corporation cayó bajo el fuego graneado de grupos ambientalistas, que lo acusan de usar metodos "ilícitos y coercitivos" para adquirir tierras de pueblos indígenas en selvas tropicales amazónicas.
"Occidental está robando a los indios del Amazonas", declaró Shannon Wright, de Rainforest Action Network (RAN), una coalición de más de 100 organizaciones ambientalistas y de derechos indígenas basada en Estados Unidos, actualmente empeñada en una campaña contra ciertas actividades de la compañía petrolera.
RAN se opone a las exploraciones petroleras que realiza Occidental en la región amazónica de Ecuador.
La empresa está desarrollando un proyecto petrolero en un territorio que tradicionalmente pertenece a las tribus de indios Siona y Scoya, a pesar de la fuerte oposición de los pueblos nativos de la selva tropical.
El mes pasado la compañía se aseguró un acuerdo que le permite realizar todo tipo de actividades petroleras en el territorio de los Scoya y Siona. Sin embargo, los ancianos de ambas tribus dijeron que se vieron obligados a firmar el arreglo.
Los jefes Scoya dijeron que para establecer el impacto potencial de las operaciones petroleras en sus tierras, deseaban que ambientalistas locales tomaran parte en las negociaciones con la compañía. Sin embargo, tanto el ejército ecuatoriano como los dirigentes de Occidental no lo permitieron, lamentaron.
"La empresa nos advirtió que no habláramos con ninguna organización ambientalista", declaró un líder Scoya en un reciente mensaje a RAN, agregando que funcionarios de la compañía tambien amenazaron a los jefes tribales con la intervención del ejército.
"Llamaremos al ejército si ustedes no firman el acuerdo", dijo Manuel Echeverría, un funcionario de Occidental, antes de la firma del arreglo. Echeverría fue citado en otra carta enviada a RAN por la Organización de Naciones Indígenas Siona.
Los jefes Scoya y Siona declararon que el mayor del ejército Hernan Altamirano presionó a los ancianos de ambas tribus en el momento de firmar el acuerdo, para permitir que la compañía petrolera use sus tierras.
A pesar de que Ecuador recuperó el sistema democrático hace más de una década, los militares tienen todavía considerable poder debido a que un porcentaje fijo de los ingresos petroleros anuales del país son destinados a gastos de las fuerzas armadas.
Las protestas de los grupos indígenas y sus aliados internacionales, por el momento, no han tenido efecto alguno entre los dirigentes políticos ecuatorianos, que siguen indiferentes respecto a la protección de los nativos de las selvas tropicales.
"Están más interesados en inversiones extranjeras que en la tutela de las poblaciones indígenas del Amazonas", expresó Melina Selverston, de Coalición Amazonas, otro grupo con sede en Estados Unidos que se bate por los derechos de los pueblos nativos.
Los ingresos petroleros en Ecuador representan casi la mitad del valor de las exportaciónes del país, con el gobierno que gasta el 80 por ciento de esos beneficios para pagar los intereses de la deuda nacional, la cual totaliza más de 12.000 millones de dólares.
Las tribus Scoya y Siona han vivido en las selvas tropicales ecuatorianas durante siglos y consideran que las exploraciones petroleras en su territorio perjudican su tradicional modo de vida y el medio ambiente.
Estudios ambientales mostraron que las exploraciones y perforaciones petroleras ya han provocado daños masivos en las selvas amazónicas. Según el grupo ecuatoriano Acción Ecológica, pueblos nativos de Amazonas se ven imposibilitados de usar sus recursos acuíferos debido a la polución causada por el petróleo.
"El agua que los nativos usan para beber, bañarse y pescar contiene muchos componentes cancerígenos, de 10 a 1.000 veces más que lo permitido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos", señaló Acción Ecológica.
Los funcionarios de Occidental trataron de disipar los temores de daño ambiental y prometieron a los jefes Scoya que sus operaciones se limitarán a pruebas sísmicas.
"Nos han estafado", se quejó un representante Scoya en una nota a Coalición Amazonas. "Tememos que la compañía realice todo tipo de actividades, incluso perforaciones", expresó.
El acuerdo con los líderes indígenas permite a Occidental realizar operaciones explorativas por 20 años sin particulares beneficios para las comunidades Siona, Scoya y Quichua, que viven en la región amazónica.
El vocero de la compañía, Roger Gilot, al ser interrogado, ni admitió ni negó los cargos formulados por los jefes indígenas y ambientalistas. "Estamos estudiando la situación", dijo.
Sin embargo, una copia del acuerdo obtenida por IPS reveló que, en cambio de los derechos de exploración petrolera, Occidental solamente proveerá chaquetas impermeables, motores fuera de borda, sierras mecánicas, medicamentos y elementos similares.
La compañía podría decidir en el futuro dar empleo a miembros de las tribus, pero el acuerdo no promete nada respecto a puestos de trabajo para los nativos.
"Este tipo de negociación es paternalista e inmoral", afirmó Selverston, quien recientemente volvió del Amazonas. "Ya es hora que Occidental y otras empresas respeten los derechos de los pueblos nativos".
Muchos expertos dijeron que las aprensiones de los indígenas acerca de la devastación ambiental están plenamente justificadas, debido a que la explotación petrolera en Amazonas ya ha provocado defoliaciones y otros estragos forestales masivos.
Ecuador tiene el mayor índice de daños forestales en América del Sur. Según el Instituto de Recursos Mundiales, el país pierde anualmente 45.000 hectáreas de bosques debido a perforaciones y otras actividades petroleras.
Además de Occidental, docenas de compañías trasnacionales están explorando por petróleo actualmente en la cuenca amazónica. La creciente competencia entre esas empresas no solamente agudiza la devastación de las selvas tropicales, sino tambien conspira contra el sistema de vida de sus pobladores ancestrales.
Hace tres meses, la compañía petrolera holandesa Shell tambien llegó a la región amazónica para explorar nuevos yacimientos petrolíferos en la región de Camisa. Igual que Occidental, se aseguró un acuerdo con la población indígena local, que luego protestó y acusó a la empresa de haberla estafado.
Otras firmas petroleras que operan en la región amazónica ecuatoriana son British Petroleum, Amoco, Arco y Orix.
Los grupos ambientalistas que realizan una campaña contra las operaciones de Occidental en el área de San Pablo, están exigiendo que la compañía cese sus operaciones inmediatamente ya que el arreglo logrado por la firma fue "coercitivo".
"Compañías como Oxy creen que tienen el derecho de destruir el ambiente e ignorar a toda una población para obtener rápidas ganancias, pero no dejaremos que logren su propósito", dijo Wright. (FIN/IPS/tra-en/hr/pz/ego/en)