El poderoso movimiento sindical de Sudáfrica decidió atacar con dureza a la nueva política económica del gobierno para crear empleo y redistribuir la riqueza.
Esta política, bajo el epígrafe de "Crecimiento, Empleo y Redistribución", aspira a crear 400.000 empleos por año en un país donde el desempleo está estimado, por fuentes no oficiales, en una tasa aproximada a 50 por ciento de la población activa.
La política contempla además una tasa anual de crecimiento de seis por ciento, mientras el gobierno afirma que continuará ajustando su propio cinturón fiscal. El déficit presupuestal fue reducido este año de seis a 5,1 por ciento.
No obstante, el poderoso Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU) afirmó que la nueva política económica llevará al gobierno por un camino que se aparta de las realidades sudafricanas como país en vías de desarrollo.
La central sindical, con sus 1,3 millones de afiliados, se preocupa especialmente por los aspectos de la nueva política que se proponen obtener una fuerte expansión de la inversión privada, un mejor manejo de la deuda fiscal y la privatización de los activos estatales.
Según el COSATU, la nueva política está basada en modelos de reforma económica que han fracasado en otros países africanos.
"Estos modelos conservadores no van a traer la deseada creación de 400.000 nuevos empleos por año, ni van a satisfacer las necesidades sociales de nuestro pueblo", expresó el COSATU esta semana, en una declaración dedicada a comentar la política de crecimiento, empleo y redistribución.
"En el mejor de los casos, (estas medidas) ensancharán la brecha existente entre ricos y pobres, y condenarán a las personas sin techo y sin empleo a niveles extremos de pobreza", añadió el documento.
Los sindicatos previnieron, además, que la proyectada política impedirá la aplicación del Programa de Reconstrucción y Desarrollo, un ambicioso proyecto de gasto social del Estado, destinado a corregir las desigualdades creadas por el apartheid y proporcionar servicios sociales a la mayoría negra.
La central propuso un marco macroeconómico alternativo que asegure la redistribución de la riqueza, la eliminación del desempleo, la mejoría de las condiciones laborales y el aumento del gasto social.
"En nuestra opinión, este enfoque es el único que cuenta con perspectivas razonables de éxito. Los modelos aconsejados por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco de la Reserva (banco central de Sudáfrica), en cambio, son una receta segura para el desastre económico", expresó el COSATU. (FIN/IPS/tra-en/gm/pm/arl/ip/96
