Los planes del gobierno de Sri Lanka de reconstruir la península de Jaffna devastada por la guerra civil están paralizados por falta de fondos, mientras donantes internacionales condicionan su ayuda financiera a la concreción de una paz duradera con la guerrilla separatista tamil.
El gobierno ha estado manteniendo en Colombo reuniones con representantes de países extranjeros y agencias de ayuda para obtener dinero destinado a un programa de rehabilitación cuyo éxito, según cree, es crucial para asegurar la paz en la isla.
El gobierno recuperó el control de la península de Jaffna en mayo, tras duros combates con la guerrilla tamil que se bate por una patria independiente. Los rebeldes retrocedieron hacia otras áreas de la isla que todavía controlan.
La semana pasada, la presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, dijo a donantes extranjeros y diplomáticos que, en opinión del gobierno, "no se puede esperar en el restablecimiento de una paz total para iniciar la rehabilitación del área".
No obstante, la comunidad de donantes pidió garantías de "suficiente estabilidad" en la región antes de comprometer su asistencia técnica y financiera al plan aprobado por la ONU y el Banco Mundial, apuntaron observadores económicos.
Un diplomático occidental declaró que "no se trata que los países no quieran ayudar… La gente está dispuesta, pero antes pretende asegurarse mediante una visita al área afectada…"
No obstante, el gobierno sigue siendo optimista. "Algunos países formularon promesas específicas respecto al proceso de rehabilitación del norte, mientras otros expresaron su apoyo en principio pero dejaron para más adelante constribuciones específicas", expresó el Ministerio de Exteriores.
La presidenta está buscando 274 millones de dólares para un plan trienal que rehabilite, reconstruya y brinde inmediato alivio a decenas de miles de civiles tamil en la península de Jaffna, que soportaron el peso de 12 años de guerra civil.
El plan, basado en un estudio conjunto de la ONU y el Banco Mundial fue rubricado en junio por una comisión gubernamental y enviado a misiones extranjeras y agencias donantes antes que las presidenta los entrevistara.
En la reunión con Kumaratunga, diplomáticos y agencias donantes dijeron que pedirán la contabilidad de los fondos, controles y mecanismos de monitoreo. El gobierno había dicho previamente que toda la asistencia extranjera debía ser canalizada a través de agencias estatales.
Los representantes tambien pretenden que la población de Jaffna sea consultada sobre sus necesidades inmediatas e incluso pueda formular sus propios proyectos, acotó la fuente diplomática.
Cuando los militares entraron en la ciudad, en diciembre, Jaffna había quedado semidesierta. Los rebeldes habían obligado a la mayoría de sus 120.000 habitantes a escapar a la parte norte de la península o cruzar la pintoresca laguna para dirigirse al interior de la isla.
Los militares siguieron las operaciones y el 16 de mayo anunciaron que habian reconquistado el control total de la península. Entonces, más de 400.000 civiles tamil que habían escapado de la violencia bélica retornaron a sus lugares de orígen y tomaron al gobierno por sorpresa e impreparado.
Las autoridades siguen esforzándose para resolver el problema del abastecimiento de víveres, medicamentos y combustible a la devastada región.
Con la economía de Jaffna paralizada, los precios de víveres y combustibles se dispararon y obligaron a la gente a pasar la mayor parte del tiempo haciendo largas filas para obtener abastecimientos del gobierno que, según dicen, son insuficientes. Bancos y negocios reabrieron pero las existencias son escasas y algunas tiendas tienen poco o nada para ofrecer.
Analistas económicos apuntaron que esto puede cambiar. Incluso la frágil economía del pais recibiría impulso si la tarea de rehabilitación en el norte se pone en marcha, afirmaron.
"La reconstrucción, especialmente el desarrollo de la infraestructura, abrirá un nuevo mercado que en el pasado era inalcanzable", dijo Anush Amarasinghe, vicedirector de la agencia financiera Crosby Lanka. "Incluso bancos y el sector comercial pueden recuperarse con participación y demandas desde Jaffna".
Está previsto que el Producto Interno Bruto (PIB) del país aumente cerca del cuatro por ciento en 1995, respecto al 5,5 del año anterior, en gran parte debido al aumento del presupuesto de defensa que posiblemente ascenderá a 830 millones de dólares en 1996, con un incremento del 39 por ciento en relación a 1995.
El gobierno ha gastado grandes cantidades de dinero en la compra de tanques, aviones, buques de guerra y armas de todo tipo desde que se interrumpieron las conversaciones de paz y se intensificó la lucha con la guerrilla en abril de 1995.
El gobierno confía que el retorno de civiles a Jaffna y otras áreas evacuadas signifique un vuelco en la guerra que costó mas de 50.000 muertos. Los rebeldes pretenden una patria para la minoría tamil, a la cual consideran discriminada por la mayoría singalesa que controla el gobierno y el ejército.
El gobierno ha propuesto un paquete de paz que prevé convertir a Sri Lanka en una federación de regiones, incluyendo la tamil, cada una con poderes de autogobierno. La iniciativa debe ser aprobada por el parlamento y ser objeto tambien de un plebiscito.
La semana pasada, el principal partido opositor anunció que no votará en favor del paquete de paz. (FIN/IPS/tra-en/dc/an/ego/ip).
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