PALESTINA: Tensión en Hebrón ante improbabilidad de retiro israelí

El tema del retiro de los soldados israelíes de Hebrón será sin duda el que generará mayor expectativa en el encuentro que mantendrán la próxima semana el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, y el presidente estadounidense Bill Clinton.

La tensión en la ciudad es cada vez más notoria, y no faltan razones. La campaña del derechista Netanyahu se basó en la promesa de no retirar los soldados de Hebrón, en cuyo centro, rodeadas por 100.000 palestinos, hay 40 familias judías asentadas en cinco edificios separados.

A la pregunta de si cumplirá con el compromiso de Israel de retirar sus tropas de la mayor parte de la ciudad, Netanyahu contestó reiteradamente que está "estudiando el caso".

Algunos colaboradores señalaron en forma privada que el gobierno desearía renegociar partes del acuerdo con los palestinos para darle a Israel más control sobre la ciudad luego del retiro del ejército.

La renegociación sin duda demoraría el retiro de las tropas, pero la creciente tensión de la ciudad no concederá a Netanyahu demasiado tiempo.

Un grupo autodenominado "Fuerzas de Ataque de los Comités Populares para la Solidaridad Nacional Palestina" ya exhortó dos veces a una renovación de la "intifada", la sublevación de siete años contra el régimen israelí.

Utilizando un lenguaje que recuerda la resistencia palestina de comienzos de los años 90, el grupo publicó un panfleto en el que exhorta a los jóvenes palestinos a "prender fuego a la tierra que pisan los ocupadores y colonos sionistas".

Algunos jóvenes respondieron a la exhortación este viernes arrojando piedras y botellas a los soldados israelíes estacionados en el centro de Hebrón, aunque sólo hirieron a uno levemente.

La policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de la vecina Belén detuvo poco tiempo después al líder de la Fuerza de Ataque, Azmi Shyoukhi.

El retiro de los soldados israelíes de Hebrón, originalmente previsto para marzo, fue postergado para después de las elecciones del 29 de mayo por el anterior gobierno laborista tras una serie de atentados con bomba en Israel.

Los hechos de este viernes prueban a la vez la debilidad económica y la fortaleza de la ANP, pero la ausencia de realizadores de una intifada tiene un preocupante corolario, según analistas palestinos.

"Los palestinos están cansados de arrojar piedras, porque no ha servido de nada", manifestó una periodista de Hebrón. "Lo que quieren son ametralladoras, armas pesadas, para usarlas contra los soldados y los colonos", agregó.

Desde su victoria, Netanyahu se abstuvo de declarar sus intenciones, pero varios miembros de su partido sugirieron la posibilidad de realizar cambios a los acuerdos negociados en Oslo.

Una de las ideas consiste en crear un corredor que conectaría los asentamientos judíos de Hebrón con el vecino asentamiento de Kiryat Arba, al norte de la ciudad.

Otro posibilidad sería la de cambiar el estatuto de la ciudad de "Area A" a "Area B". Según el acuerdo de Oslo, todas las ciudades importantes de Cisjordania integran el Area A, bajo plena jurisdicción de los palestinos.

En el Area B, que comprende las localidades menores, los palestinos controlan los asuntos civiles pero Israel retiene "total responsabilidad sobre la seguridad".

Los colonos demandan la designación de Hebrón como área B, mientras los palestinos argumentan que tal designación quitaría sentido al retiro de los soldados.

Mientras, la atmósfera de la ciudad se vuelve difícil, y es palpable la tensión entre soldados, colonos y palestinos. La adición de observadores internacionales no contribuye demasiado a aliviar la situación.

En las últimas semanas, Israel desplegó más tropas para mantener la situación bajo control, especialmente en el centro, donde hay tres complejos de apartamentos de colonos junto a un concurrido mercado de verduras.

Algunas calles fueron acordonadas, permitiéndose su uso sólo a los colonos judíos, y las calles laterales fueron bloqueadas con barriles llenos de arena para impedir el escape a quienes arrojan piedras, en un vano esfuerzo para evitar fricciones.

Sin embargo, no hay paz. "?Cómo puede haber paz con soldados en medio de la ciudad?", preguntó Khaled Abu Sneineh, un obrero de la construcción de Hebrón. "Los colonos están en el corazón de la ciudad, por lo tanto no puede haber retiro. Es por eso que siempre habrá problemas", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/ml/ip/96

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