La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó a sus estados miembros que las actividades del cuerpo mundial en materia de desarrollo están en peligro a causa de la caída de los aportes de los países de Occidente.
"En los últimos cuatro años, la asistencia real al desarrollo (dejando de lado la ayuda humanitaria) cayó entre 20 y 25 por ciento", dijo Gus Speth, administrador del Programa de ONU para el Desarrollo (PNUD).
Los recursos necesarios para la cooperación al desarrollo "se están contrayendo de forma dramática", dijo Speth al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc).
La ONU "corre amenazas sin precedentes por la caída de las contribuciones presupuestales y, en menor grado, de las voluntarias", agregó el funcionario.
El temor de Speth fue reforzado por el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, quien dijo a los delegados ante el Ecosoc este viernes que el cuerpo mundial no podría cumplir su papel de promotor de la cooperación para el desarrollo sin "recursos sólidos, predecibles y adecuados".
Boutros-Ghali dijo que la capacidad de la ONU, sus fondos y sus programas para responder a las necesidades de los países en desarrollo tambalea por las carencias en materia de financiamiento.
La ONU gastó 10.700 millones de dólares en 1995. Unos 5.400 millones de dólares se destinaron al desarrollo, 2.400 millones a ayuda humanitaria y los restantes 2.900 millones a misiones de mantenimiento de la paz, de acuerdo con las últimas cifras difundidas en la sede del cuerpo mundial en Nueva York.
El PNUD gastó unos 1.600 millones de dólares, la Organización Mundial de la Salud-Organización Panamericana de la Salud empleó 900 millones de dólares y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) utilizó 826 millones. El secretariado de la ONU gastó 505 millones de dólares en actividades de desarrollo.
El Programa Mundial para la Alimentación utilizó 483 millones de dólares, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 400 millones, el Fondo de la ONU para la Población (FNUAP), 336 millones, y la Organización de la ONU para el Desarrollo Industrial (ONUDI), 218 millones de dólares.
La asistencia al desarrollo aportada por gobiernos e instituciones oficiales de los países donantes occidentales está en su más bajo nivel desde 1970 considerado como porcentaje del producto bruto interno, y cayó de 59.200 millones de dólares en 1994 a 58.800 millones en 1995.
El total de inversiones privadas, por otra parte, se cuadruplicó desde 1990, y su monto alcanzó unos 170.000 millones de dólares este año.
Speth dijo que será imposible alcanzar un desarrollo sostenible y centrado en la gente sin cooperación internacional y un aumento de la asistencia al desarrollo.
"Al margen de la globalización, de las oportunidades comerciales y de la inversión privada, la asistencia al desarrollo todavía es esencial", afirmó el funcionario.
El administrador del PNUD recordó, además, que la inversión del sector privado se dirige a un pequeño número de países, y que la cooperación y la asistencia al desarrollo continúan siendo un factor clave en la mayoría de los países.
"Un gran mito es que el mundo en desarrollo está haciendo más y mejor, cuando, de hecho, el Banco Mundial señaló que en más de 60 por ciento de los países donde la ONU y otras agencias realizan acciones de asistencia se registró una caída del ingreso por persona en el decenio que concluyó en 1994", dijo Speth.
"La ONU es absolutamente esencial para que las operaciones de asistencia y cooperación al desarrollo sean exitosas", agregó.
El funcionario manifestó que Japón es uno de los países donantes que "marcó el ritmo en la dirección correcta" en la materia, y aseveró que el país asiático es "el contribuyente número uno en la cooperación al desarrollo".
Speth también reveló que apenas cuatro países de los 26 que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reúne las naciones más industrializadas del mundo, han cumplido con la meta de aportar 0,7 por ciento de sus productos internos brutos al desarrollo.
Este objetivo, fijado en distintas instancias de la ONU, fue alcanzado por Dinamarca, Holanda, Noruega y Suecia.
El delegado de Australia Miles Armitage dijo que las fuentes tradicionales de financiamiento no eran suficientes para las actividades que desarrolla la ONU y sus agencias en materia económica, social y ambiental.
"Sin nuevas medidas de financiamiento, la comunidad internacional no podrá seguir las estrategias de desarrollo acordadas en las conferencias mundiales", afirmó Armitage.
El embajador de India Prakash Shah dijo que las consecuencias de los fuertes recortes registrados en la asistencia al desarrollo se advertirán con gravedad en el largo plazo.
"Serán una pesada carga para los países menos desarrollados, en especial para los países de Africa que no pudieron atraer capitales privados", explicó Shah.
El diplomático también alertó que sin un incremento de la asistencia al desarrollo, los acuerdos alcanzados en todas las conferencias internacionales "podrían convertirse en meros pedazos de papel". (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/mj/dv/96