El primer ministro de Israel, Benyamin Netaniahu, aseguró a un diario italiano que proseguirá la negociación de la paz con Palestina, Líbano y Siria, pese a la desconfianza que su gobierno suscita en Medio Oriente.
"Nadie me cree cuando digo que deseo proeseguir la negociacion de paz", admitió Netaniahu al periódico Corriere della Sera, en entrevista publicada este viernes.
Sin embargo, "el diálogo con los palestinos y los países árabes continúa, deben creerme", dijo el primer ministro a Corriere della Sera, el diario de mayor circulación en Italia.
"Tuve que ir a Washington y El Cairo para convencer a sus gobernantes de que mis intenciones (de paz) son verdaderas", destacó el líder de la derecha israelí
Si bien no concuerda con los palestinos y el gobierno de Siria respecto del formato final de los tratados de paz, Netaniahu considera necesario que las partes "se sienten de inmediato a discutir".
No obstante, por ahora sería "prematuro" su encuentro con el presidente palestino Yasser Arafat. La reunión "se producirá en el momento apropiado, pero no se puede afirmar que la situación se encuentre bloqueada", dijo Netaniahu.
Al respecto, señaló que fue elegido como primer ministro "incluso para obligar a Arafat a mantener sus compromisos en la lucha contra el terrorismo y para defender a Jerusalén" como ciudad unida e incorporada a Israel.
También consideró "perfactamente posible" un entendimiento de su gobierno con Beirut y Damasco "para garantizar el retiro de nuestros soldados del sur de Líbano".
La retirada de las tropas israelíes de la franja de 10 kilómetros de profundidad que ocupan en el sur de Líbano, y el acuerdo para la devolución a Siria de los altos del Golán están condicionados "a la seguridad de nuestros confines septentrionales", agregó.
El primer paso, que corresponde a libaneses y sirios, sería "el desmantelamiento de Hezbollah", la milicia chiita pro iraní que opera en Líbano.
"Si la intencion de Siria es ver el retiro de nuestro ejército es genuina, no veo ningún problema", aseguró Netaniahu.
Sin embargo, observó que "entre nosotros y los sirios no existe ninguna confianza, prevalece sólo la hostilidad", y Damasco "usa a Hezbollah como fuerza de presión".
Se trata de una "situacion grave, que podría degenerar en cualquier momento", advirtió el primer ministro. (FIN/IPS/jp/ff/ip/96