India y Pakistán podrían reanudar en breve el diálogo bilateral para resolver sus diferencias -en particular la dura disputa sobre el territorio de Cachemira-, tras una larga incomunicación comenzada en enero de 1994.
Fue la primer ministro paquistaní, Benazir Bhutto, quien dio el primer paso, el mes pasado, enviando una carta al nuevo primer ministro indio, H.D. Deve Gowda -pocos días después de la instalación del gobierno en Nueva Delhi-, en la que ofreció reavivar los contactos bilaterales.
La respuesta de Gowda fue positiva. El primer ministro hinduísta escribió a Bhutto que el gobierno de India está dispuesto a emprender conversaciones bilaterales "amplias y de largo alcance" para resolver las persistentes diferencias.
De todos los problemas que afectan las relaciones entre estos dos países de Asia meridional, el más conflictivo es la disputa de soberanía sobre el antiguo reino de Cachemira, que ahora es un estado federado en India pero es reclamado por Pakistán, que ha ocupado una parte del territorio y apoya a grupos separatistas.
Los dos países ya han librado dos guerras con motivo de ese estado de mayoría musulmana, y Nueva Delhi culpa a Islamabad de la guerra civil que se mantiene viva en el Valle de Cachemira desde 1990.
Al nuevo gobierno indio se le reconoce una "mayor apertura" en la cuestión de Cachemira. Sólo seis semanas después de estar en funciones, Gowda ya se ha ganado la distinción de ser el primer jefe de gobierno que ha visitado ese estado fronterizo desde que estalló la insurgencia armada.
El gobierno de Gowda ha declarado que apoya el otorgamiento de la "máxima autonomía" a Cachemira.
Informaciones de prensa aparecidas en Islamabad afirmaron que Bhutto ha aceptado una sugerencia de Gowda para que los titulares de los dos ministerios de Asuntos Exteriores se reúnan en breve plazo, pero fuentes oficiales indias dijeron estar esperando una nota formal.
Sin embargo, las conversaciones podrían verse desvirtuadas antes incluso de comenzar. Los paquistaníes parecen insistir en que una solución para Cachemira debería ser el primer punto del temario, algo que Nueva Delhi no está dispuesto a aceptar, pues India sostiene que cada asunto debe ser visto independientemente.
Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores indio, al remarcar que India no está levantando obstáculos, citó diversas concesiones unilaterales que el gobierno anunció recientemente.
La más importante de esas concesiones fue conocida la semana pasada, al simplificarse las normas para el visado de los paquistaníes que viajan a India. Ambos países han puesto muchas dificultades al ingreso de ciudadanos del Estado vecino a sus respectivos territorios.
Entretanto, un ex ministro de Asuntos Exteriores indio, S.K. Singh, ha propuesto que se promuevan los contactos sociales, culturales y comerciales para contribuir a la restauración de la normalidad en las relaciones recíprocas.
Unos cuantos cientos de ciudadanos indios y paquistaníes, entre los que se cuentan académicos, periodistas, artistas y ex funcionarios, se encuentran detrás de una iniciativa llamada "Foro por la Paz y la Democracia", que se propone terminar con casi cinco décadas de dura rivalidad entre los dos países.
El Foro se reunió dos veces el año pasado, habiendo sido Nueva Delhi la sede del primer encuentro, y la ciudad paquistaní de Lahore, del segundo.
Algunos analistas indios piensan que la oferta de Islamabad fue inspirada por el principal aliado de Pakistán, Estados Unidos. La prensa paquistaní dijo recientemente que Washington desea auspiciar en Asia meridional una iniciativa de paz del tipo del tratado egipcio-israelí firmado en Camp David en 1979.
El embajador de Estados Unidos en Nueva Delhi, Frank Wisner, se encuentra en Islamabad esta semana, en una visita "no oficial" en la que parece haber afirmado que India hace lo correcto al celebrar elecciones en Cachemira pese a que Pakistán repudia su realización en lugar de un plebiscito.
También ha trascendido que Wisner ha defendido ante Islamabad la posición de Nueva Delhi en el sentido de que los contactos India-Pakistán no deberían depender de un arreglo del conflicto de Cachemira para solucionar otras diferencias menores. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/arl/ip/96