El gobierno de Estados Unidos analiza la posibilidad de cerrar su base militar de Palmerola, en Honduras, por razones presupuestarias y de estrategia política, se informó hoy en esta capital.
La emisora hondureña Radio América leyó este lunes un informe de la Oficina General de Auditoría de Estados Unidos que recomienda la cancelación de la base porque su costo de mantenimiento pasó de 24 a 38 millones de dólares en los últimos dos años.
El documento indica también que la presencia de los uniformados ya no se justifica porque América Central se encamina a la consolidación de la democracia y "ya no es esencial tenerla dentro de los nuevos objetivos estrátegicos y políticos" de Estados Unidos.
"Ya era tiempo que se cerrara esa base y recibimos con complacencia ese informe", comentó este lunes el diputado opositor Raúl Alvarado.
"Su presencia sólo nos desprestigia como país y aunque ellos (Estados Unidos) recomiendan su cancelación por razones presupuestarias lo cierto es que ya nada tienen que hacer aquí. Que se vayan", agregó.
"Lo recomendable es cerrar esa base porque los propósitos con los que fue creada han cambiado y el apoyo a los países de la región centroamericana puede orientarse a otro tipo de actividades", señala el informe.
Argumentando que por disposiciones de la Constitución hondureña legalmente no existe una base extranjera en el país, su clausura puede ocurrir en cualquier momento con un "simple apretón de manos".
Estados Unidos estableció en 1982 una base militar permanente en Palmerola, en el central Valle de Comayagua, a 150 kilómetros de Tegucigalpa, con el fin "impedir el avance del comunismo" en América Central.
Inicialmente la base operó con 1.200 efectivos que entrenaron a los ejércitos de Honduras, El Salvador y Guatemala en estrategias de guerra contrainsurgente.
Tras la firma de los acuerdos de paz en el istmo en 1987, la actividad de la base de Palmerola se modificóco y sus número de efectivos hasta los 450 que actualmente asisten al gobierno de Honduras en acciones de carácter humanitario y combate a las drogas.
El reclamo de organizaciones sociales de que cese la presencia militar de Estados Unidos hasta ahora no había tenido mayor eco en los partidos políticos. (FIN/IPS/tm/dg/ip/96
