La crisis que afecta a Guatemala ha enfrentado en una polémica a economistas e instituciones del sector privado, que hablan de recesión, y al gobierno, según el cual sólo se trata de una desaceleración de la economía.
Hugo Maúl, director del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), advirtió que "si el gobierno no reforma en el corto plazo el obsoleto modelo económico que impulsa, el próximo año se vivirá un período recesivo agudo".
Maúl aseguró que las actividades productivas se han "desacelerado" hasta 50 por ciento en los últimos seis meses con relación a 1995. Entre los sectores más afectados se encuentran la construcción, el comercio y la industria.
El CIEN pronostica que la inflación llegará a 10 por ciento este año mientras que la tasa de crecimiento real se situaría en tres por ciento, contra 4,9 en 1995.
También recomienda al gobierno que mejore su política fiscal e inicie la desmonopolización de sectores claves, como la Empresa Eléctrica, la de telecomunicaciones y el Instituto Nacional de Electrificación.
El economista Alfonso Portillo, ex candidato a la presidencia por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), al que el presidente Alvaro Arzú le ganó por muy escaso margen en la segunda ronda electoral en enero, considera que "la desaceleración es un término que no existe en economía".
"En Guatemala no puede haber desaceleración, porque la economía jamás ha estado acelerada y lo que tenemos es una recesión que se niegan a reconocer", indicó.
Portillo aclaró que no se puede responsabilizar al gobierno por todos los problemas económicos, porque se trata de la acumulación de un sinnúmero de factores.
"De lo que sí podemos responsabilizar al gobierno es de no tener políticas a largo plazo y de no haber enfrentado desde el principio con cambios estructurales los problemas del país", destacó.
Coincidiendo con otros economistas, Portillo afirma que lo primero que se debe resolver es el problema fiscal y laa realización de cambios jurídicos que impidan la evasión del IVA, calculada en más de 40 por ciento, y la evasión del impuesto sobre la renta, cercana a 60 por ciento.
El ministro de Economía Mauricio Wurmser afirmó en una entrevista publicada por el matutino "La República" que la economía guatemalteca está pasando por un "período malo" comparado con 1995.
"Si la economía creciera tres por ciento este año se estaría hablando de un crecimiento y es allí donde se incorpora el término 'desaceleración', porque lo que se experimenta es un crecimiento pero a un ritmo menor", señaló.
Indicó como causas de la caída la baja cotización del café y el hecho que las exportaciones hacia la región centroamericana no han sido tan positivas como en 1995, lo cual tiene que ver con la capacidad de compra de los países del istmo, que también han sido afectados por una situación no favorable.
Informó que el gobierno tiene un plan para atacar a los principales factores que inciden en la situación económica, tales como la seguridad ciudadana que se ha identificado como un obstáculo a la inversión, y las altas tasas de interés que atraen a la especulación.
Guido Rodas, representante de la estatal Universidad de San Carlos ante la Junta Monetaria, manifestó que la actividad económica tiende a contraerse desde el segundo semestre del año pasado y para detener ese comportamiento se requieren reglas claras y congruencia entre política fiscal y monetaria.
Es necesario mejorar la recaudación y racionalizar el gasto para que el gobierno no continúe adquiriendo deuda interna para cubrir sus gastos, subrayó.
En cuanto a las ventas de activos del Estado, indicó que debe haber consenso para iniciar el proceso, dado el alto grado de desconfianza existente alrededor del tema.
Mientras los economistas discuten acerca de si hay recesión o desaceleración, el 80 por ciento de los guatemaltecos que se encuentran en situación de pobreza sienten que el aumento de precios en la canasta básica y el desempleo acrecientan aún más sus problemas, para los que no ven solución. (FIN/IPS/cz/dg/if/96