Una abrumadora mayoría de estados miembros de la ONU -alrededor de 165 sobre 185- se resiste a informar públicamente el monto de sus presupuestos militares.
Como resultado, una iniciativa de las Naciones Unidas sobre transparencia militar, aprobada por la Asamblea General en diciembre de 1980, corre el rieago de sucumbir, como previnieron los 15 miembros de la Unión Europea (UE).
"Esa baja respuesta es motivo de preocupación e indica que el pedido de informar los gastos militares no tiene suficiente aceptación entre los estados miembros", expreso la UE en una carta al secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali.
La UE indicó que atribuye "gran importancia" al sistema de la ONU de nivelar la información sobre gastos militares, como lo instituyó la Asamblea General.
"Desafortunadamente, si bien esa medida de transparencia y confianza mutua ha estado en vigor durante más de 15 años, la participación de estados miembros de la ONU en 1995 apenas superó los 20, una cantidad muy baja", añadió la UE.
Las naciones que figuraron en el informe de 1995 fueron Argentina, Austria, Australia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Croacia, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Nueva Zelandia, Rusia y Suecia.
La ONU publica al menos dos veces al año un resumen de los presupuestos militares individuales presentados por los países miembros. El informe incluye los gastos por compras de armas, construcciones militares, salarios, operaciones, mantenimiento de los sistemas de armamentos, e investigación y desarrollo.
Natalie Goldring, del Consejo de Información de Seguridad Británico-Estadounidense, un grupo de estudios basado en Washington, dijo que la iniciativa de la ONU está por morir.
Expresó que si bien la Asamblea General aprobó el ejercicio, el plan no tuvo mucho apoyo de la comunidad internacional.
Señalando que la iniciativa fue una "idea muy buena" en términos de transparencia, admitió que la mayoría de los países se muestran cautos acerca de cuestiones militares. "A menos que haya un fuerte clamor de la comunidad internacional, no hay gran presión para que los países participen".
Goldring dijo que la publicación de presupuestos militares debió haber sido un ejercicio paralelo con el Registro de Armas de la ONU, publicado anualmente por el organismo mundial. Ambos ejercicios son voluntarios.
Desde que el Registro de Armas fue establecido en 1992, solo 85 de los 185 miembros de la ONU han participado en el esfuerzo de establecer las importaciones y exportaciones de armas de los principales países.
Daniel Gallik, editor de "Gastos Militares Mundiales y Transferencias de Armas", publicado por la Agencia de Control de Armamentos y Desarme (ACDA) de Estados Unidos, dijo que la mayoría de los países fueron reluctantes en publicar sus gastos de defensa "debido al tradicional secreto que rodea los asuntos militares".
El propio estudio de Gallik, publicado cada dos años, depende en gran parte de la información de dominio público.
La resistencia de la mayoría de los países a revelar sus gastos de defensa tambien es atribuída a una reciente demanda de donantes occidentales, en el sentido que la ayuda al desarrollo debería estar condicionada sobre los gastos militares.
Basándose en ese argumento, países en desarrollo con abultados presupuestos militares recibirán una ayuda resucida.
Si bien esas condiciones no han sido descartadas tanto por el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI), ambas instituciones han discutido la posibilidad de realizar estudios en profundidad sobre los gastos militares en el Tercer Mundo.
Según ACDA, los países con mayores gastos militares en el mundo son Estados Unidos, Rusia, China, Japón y Francia. Entre las naciones en desarrollo, en primer lugar figuran Arabia Saudita, Corea del Sur, Taiwan, India e Israel.
Desde el final de la Guerra Fría, sin embargo, los gastos militares han declinado. En su último estudio, ACDA dijo que la tendencia descendente en los gastos militares mundiales continuó en 1994 con una disminución del cinco por ciento, a 840.000 millones de dólares. Este fue el nivel más bajo desde 1966 y 35 por ciento por debajo del pico histórico de 1,3 billones de dólares en 1987.
El Informe de Desarrollo Humano de 1994, pedido por el Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD), dijo que los gastos militares globales declinaron entre 1987 y 1994 en un promedio anual del 3,6 por ciento, cosechando un "dividendo de paz" acumulativo de 935.000 millones de dólares.
De esa cifra, 810.000 millones de dólares fueron ahorrados por las naciones industriales y los restantes 125.000 millones por los países en desarrollo. Sin embargo, el informe dijo que uno de los mayores misterios de la era post-Guerra Fría era que el llamado "dividendo de paz" nunca se encontró. (FIN/IPS/tra- en/td/yjc/ego/ip).
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