Cada vez que Reginaldo entra a un banco se traba la puerta giratoria en señal de alerta. Reginaldo está bien vestido, es un vendedor que habitualmente realiza trámites en el banco, pero los guardias tienen un motivo que consideran suficiente para desconfiar de él: es negro.
"Cuando un blanco entra a un banco no se cierran las puertas giratorias. Eso es para mí una prueba del racismo que existe" en Brasil, expresa el vendedor.
Testimonos semejantes se repiten en todos los entrevistados negros o mulatos, abordados al azar en una calle del centro de Río de Janeiro.
"El racismo está presente hasta en los edificios de apartamentos que tienen un ascensor de servicio y otro social. Las empleadas domésticas tenemos que subir por el ascensor de servicio, especialmente si somos negras", dice Martha.
En un pais donde más de 44 por ciento de la población es negra o mulata, el racismo está presente, pero de manera sutil, y por eso es más grave, según Iván, un músico y actor que integra el Movimiento Negro Pernambucano.
"Es falsa esa imagen que se tiene en el exterior de que aquí conviven armónicamente todas las razas. El racismo existe", aunque "camuflado", sostiene.
Iván confía en el movimiento negro brasileño, que en los últimos años ha rescatado el orgullo de las raíces africanas y lucha por sus derechos.
"Lo que más me indigna es que aquí la mayoría somos negros, lo que comemos tiene origen africano, la música es negra, y hasta la lengua portuguesa ha incorporado vocablos africanos", señala el actor.
Brasil fue el último país de América en abolir la esclavitud. La huella de esas cadenas permanece en el inconsciente colectivo de la población, de acuerdo con Joel Rufino, un reconocido historiador y escritor brasileño.
En entrevista con IPS, Rufino cree ver otra causa del racismo en el modelo de desarrollo económico, que relegó al negro a tareas descartadas por el resto de la sociedad.
Las estadísticas sobre la distribución de la renta en Brasil no dejan margen de duda sobre las diferencias raciales. En efecto, 30 por ciento de los trabajadores negros viven con sólo 112 dólares por mes.
La situación no es mejor en la educación. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadistícas (IBGE), el analfabetismo es 2,5 veces mayor entre los negros que entre los blancos. Doce por ciento de los blancos concluyeron el tercer grado de escuela primaria, frente a sólo 2,5 por ciento de negros.
Al llegar a la universidad, los estudiantes negros y mulatos se encuentran con otro obstáculo.
"Un negro intelectual tiene que ser muchísimo mejor que un intelectual blanco para destacarse en su ámbito", explica Rufino. "No hay cómo justificar (la afirmación de) que en Brasil existe democracia racial", agrega.
De acuerdo con un estudio publicado en Ginebra por Maurice Glele-Ahanhanzo, relator especial de la Organizacion de Naciones Unidas, la imagen de un "Brasil de varios colores" es la máscara de una realidad que niega la existencia de la raza negra.
Glele-Ahanhanzo citó como ejemplo el censo brasileño de 1990, en el que los encuestados utilizaron mas de cien tonalidades para describirse y distanciarse del color negro.
"Existe como una jerarquía del color en Brasil y me parece que no hay duda de que una piel muy oscura es un obstáculo al ascenso social", concluyó el experto.
El problema del racismo fue encarado abiertamente este mes, en un seminario realizado en Brasilia.
Durante el "Seminario Internacional sobre Acciones Afirmativas y Racismo en Brasil" se estudiaron opciones para luchar contra el prejuicio y la discriminacion racial.
"Existe preconcepto y discriminacion en nuestro país", admitió el presidente Fernando Henrique Cardoso, quien destacó la necesidad de proponer soluciones nacionales al probelema.
Entre otras medidas, se acordó la creación de un programa de televisión hecho exclusivamente por negros, que incluirá música y otros elementos de esa cultura, pero sobre todo, abordará un debate en pofundidad sobre el racismo.
A excepción de un locutor del noticiero de un canal del Estado y de un presentador de la información meteorológica en un medio privado, todos los rostros de la televisión son blancos. Y la situación no cambia tratándose de la publicidad.
"Es preciso romper los modelos de belleza del país, siempre identificados con una muchacha rubia y de ojos azules. Brasil tiene más modelos rubios que la television de Dinamarca", ironizó Helio Santos, profesor de Economía en la Pontificia Universidad Católica de Campinas, en Sao Paulo.
Los modelos rubios se repiten históricamente hasta en el folclore nacional. No es mulata, como muchos extranjeros creen, la "Garota (muchacha) de Ipanema" que hicieron famosa en una canción Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes. Es blanca, rubia y de ojos celestes.
La Comisión Interministerial del Negro estudia otras estrategias para acabar con el denominado "apartheid social", como la discusión de un programa de combate a la anemia falciforme, una enfermedad que afecta principalmente a la población negra.
La comisión tambien considera la posibilidad de establecer un régimen de cuotas de admisión en la universidad para aumentar la proporción de estudiantes negros. (FIN/IPS/ff/ff/hd/96
