CHILE: Fin de conflicto evita cierre de centenaria mina de carbón

El gobierno de Chile y los dirigentes sindicales de la mina de carbón de Lota llegaron hoy a un acuerdo, tras 66 días de conflicto, impidiendo el inminente cierre del yacimiento anunciado el jueves por las autoridades.

La larga huelga, que registró numerosos episodios dramáticos, como huelgas de hambre, incidentes con la policía y marchas hacia Santiago de las mujeres e hijos de los mineros, involucró a toda la comuna (municipio) de Lota, de 45.000 habitantes y ubicada 550 kilómetros al sur de Santiago.

El conflicto, iniciado por el despido de 97 trabajadores, trasladó la atención de todo el país a las paupérrimas condiciones de vida de los mineros y la comunidad de Lota, empobrecida por la pérdida de competitividad del carbón que se extrae del yacimiento submarino.

Al término de una maratónica reunión, que se prolongó desde las 23.00 horas del jueves hasta las 9.00 (14.00 GMT) de este viernes, el dirigente sindical José Carrillo adelantó extraoficialmente algunos puntos del acuerdo.

En la reunión participaron el ministro-vicepresidente de la Corporación de Fomento, Felipe Sandoval, ejecutivos de la estatal Empresa Nacional del Carbón (Enacar), que administra la mina, y los 20 dirigentes de los sindicatos de Lota.

Sandoval dijo el jueves que Enacar ya no tenía recursos para seguir operando la mina, debido a la prolongación de la huelga, y se esperaba que el presidente Eduardo Frei y su Consejo de Ministros anunciaran este viernes el cierre del yacimiento.

En respuesta a esas versiones, los mineros que mantienen ocupada la mina en Lota advirtieron que volarían secciones de la mina si se intentaba desalojarlos y anunciaron nuevas marchas de los 1.800 trabajadores del yacimiento a Santiago.

La preocupación e incertidumbre quedaron superadas cuando Carrillo informó que las partes llegaron a una solución perfeccionando un anterior protocolo de acuerdo, rechazados tres veces por las asambleas de mineros.

El arreglo se fundamenta en una racionalización progresiva de las operaciones del yacimiento, con una reducción de costos que implicará la salida inicial de 400 mineros, según precisó el ministro del Trabajo, Jorge Arrate.

Carrillo aclaró a su vez que 62 por ciento de los trabajadores con 18 años de servicio y más de 45 de edad serán favorecidos con un sistema de jubilación anticipada, rechazado originalmente por el gobierno.

El problema de los 97 despedidos quedó superado mediante una cláusula que posibilita el retiro voluntario de los primeros 127 trabajadores, entre los 400 que serán dados de baja en el corto plazo.

El intrincado manejo de las negociaciones se vincula al problema de fondo: la necesaria reanimación de Lota con la creación de otras fuentes de producción y trabajo y la desconfianza de los mineros ante el plan de reconversión propiciado por el gobierno para esos efectos.

El centenario yacimiento carbonífero ha sido desde siempre la fuente de sustento de esa comuna, como soporte de pequeñas actividades de servicio, que incluyen sobre todo el comercio, y de una actividad pesquera artesanal.

La pobreza afecta a 70 por ciento de la población de Lota, frente a un promedio nacional de 28 por ciento, y la desocupación, que en el país es de 6,4 por ciento, llega allí a 16 por ciento de su fuerza laboral.

La Conferencia Episcopal hizo la semana pasada un ferviente llamado al gobierno y los sindicatos a deponer intransigencias y buscar una salida al conflicto.

Los comerciantes de Lota, que durante los dos meses de la huelga apoyaron a los mineros vendiéndoles alimentos y otros productos básicos a crédito, advirtieron el miércoles que estaban en bancarrota.

Las primeras reacciones de los trabajadores de la mina ante la finalización del conflicto fueron de satisfacción, aunque sólo entregarán las instalaciones del yacimiento el lunes o el martes, después de conocer los detalles del acuerdo.

La diputada de la zona Martita Woerner, del oficialista Partido Por la Democracia, señaló que los acuerdos para mantener abierta la mina y proceder a la reconversión laboral y productiva dan lugar a "un momento de gran esperanza".

El propósito del gobierno es canalizar inversiones hacia Lota para construir un puerto cerealero y diversificar fuentes de trabajo en áreas agroindustriales, forestales y de servicios, junto con la modernización de la actividad pesquera.

Un aspecto fundamental de este programa se refiere a la diversifación de la capacitación laboral, ya que los habitantes de Lota se han transmitido el oficio minero de generación en generación desde el siglo pasado. (FIN/IPS/ggr/ff/lb/96

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