La Cámara de Comercio de Santiago reiteró hoy una estimación inflacionaria para julio de 0,3 por ciento y pronosticó 0,6 por ciento en agosto, índices muy inferiores a los registrados en Chile en los mismos meses de 1995.
Las previsiones de los comerciantes para julio, coincidentes con las de otros gremios empresariales y del Banco Central, indican que el gobierno se encamina a un control de la inflación, tras los relativos desbordes del índice de precios al consumidor (IPC) entre marzo y mayo.
En julio de 1995 el IPC creció 0,8 por ciento y en agosto lo hizo 1,6 por ciento, en lo que fue el mayor índice mensual desde octubre de 1993.
No obstante esos incrementos, el año pasado la economía chilena logró la meta de inflación de 8,2 por ciento planteada por el ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, quien trazó un objetivo de 6,5 por ciento para este año.
La inflación acumulada entre enero y junio de este año es de 3,8 por ciento, en tanto la inflación anualizada hasta junio fue de 8,3 por ciento, superior a la de 7,6 por ciento registrada a la misma altura de 1995.
Las autoridades observan que están rindiendo efecto las medidas de contención del gasto y del consumo puestas en marcha desde abril, cuando el IPC registró una tasa inusualmente alta para ese mes, de uno por ciento.
El "mini ajuste", que opera sobre la base de un incremento de las tasas de interés, logró rebajar el índice de precios a 0,8 por ciento en mayo y a 0,4 en junio, para disminuir aún más, a 0,3 por ciento, en julio, según las previsiones.
De acuerdo a las tendencias históricas de la inflación en Chile, si efectivamente se logra un bajo IPC en agosto, el gobierno habrá ganado gran parte de la batalla contra los precios.
Los últimos meses del año, y en especial noviembre y diciembre, son tradicionalmente de baja inflación en el país. (FIN/IPS/ggr/ag/if/96