Camboya recibió hoy un voto de confianza y 500 millones de dólares en ayuda de la comunidad internacional, pese a advertencias de activistas sobre lo que consideran una política gubernamental perjudicial para los sectores pobres de la población.
Pese a las condiciones impuestas por los países e instituciones donantes, organizaciones no gubernamentales (ONG) temen que Phnom Penh aplique la ayuda al desarrollo macroeconómico y que, como en el resto del sudeste asiático, sólo se beneficien los ricos.
En las semanas previas al encuentro del Grupo de Consulta en Tokio, culminado este viernes, grupos ambientalistas presionaron a los donantes para que condicionen cualquier ayuda a Phnom Penh a la adopción de medidas para proteger los bosques camboyanos.
Mientras, ONG que trabajan a nivel comunitario dentro y fuera de la capital de Camboya advirtieron que los planes de ajuste estructural del gobierno tendrán un elevado costo social.
Por otra parte, los funcionarios gubernamentales que asistieron al encuentro de dos días se mostraron satisfechos por haber convencido a los donantes por segundo año consecutivo de que la política fiscal está rindiendo frutos y merece apoyo.
"Estamos satisfechos con la asistencia recibida en Tokio", declaró Keat Chhon, ministro de Finanzas y de Rehabilitación y Desarrollo. "Considerando las cifras per capita, la ayuda que recibimos es muy importante", dijo a los periodistas.
El año pasado, los donantes acordaron en París un paquete de ayuda de 900 millones de dólares para Camboya, en proceso de reconstrucción de su economía tras 20 años de guerra interna y externa.
"En los últimos dos años, el gobierno demostró una extraordinaria disciplina presupuestal que los donantes desean ver continuar", declaró la semana pasada un funcionario del Banco Mundial en Phnom Penh a IPS.
El paquete de 500 millones de dólares, que incluye 230 millones en ayuda bilateral y 270 millones en ayuda multilateral, está destinado al año fiscal 1996-97. Camboya solicitó 940 millones de dólares para su plan de reconstrucción económica de tres años.
Las principales condiciones impuestas al gobierno por los donantes fueron la reducción del presupuesto militar, el aumento de la inversión en infraestructura social, particularmente en el sector rural, y una mayor atención a la protección del medio ambiente.
Sin embargo, una federación que representa a 60 ONG camboyanas y extranjeras previno que las políticas apoyadas por la comunidad donante y prescriptas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional "acarrearán un alto costo social" y expondrán a muchos camboyanos a la pobreza. (FIN/IPS/tra-en/an-sk/cpg/ml/dv/96