CAMBIO CLIMATICO: Reducción de gases invernadero será obligatoria

Los compromisos para detener el cambio climático dejarán de ser voluntarios y deberán asumir carácter obligatorio, declaró hoy una conferencia de ministros de Medio Ambiente y representantes gubernamentales de 150 países.

La declaración, que propicia también el establecimiento de metas para la reducción de las emanaciones causantes del calentamiento de la Tierra, fue rechazada por 13 países exportadores de petróleo y Rusia.

Australia y Nueva Zelandia manifestaron serias reservas al carácter obligatorio de las reducciones de gases.

En cambio, Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los países en desarrollo respaldaron "sin reservas" la manifestación adoptada por la Segunda Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

La organización ambientalista Greenpeace reconoció que uno de sus principales objetivos, la obligatoriedad de los compromisos de los países industrializados, había sido incorporado al texto, que fue adoptado sin votación.

La declaración sienta las bases para que los miembros de la convención inicien las negociaciones de nuevas metas, esta vez vinculantes, de reducción de emanaciones de gases como dióxido de carbono, metano y ácido nitroso en los países industrializados.

En 1992, la Convención de Cambio Climático estableció que en el año 2000 los países industrializados tendrán que haber reducido a los niveles de 1990 sus emanaciones de esos gases de efecto invernadero, que son los que provocan el calentamiento.

Pero el compromiso asumido por los países industrializados no tenía caracter vinculante, como lamentó la Primera Conferencia de las Partes realizada en 1995 en Berlín.

La reunión de Berlín evaluó también que las metas establecidas en 1992 serían insuficientes para detener el proceso de calentamiento de la Tierra y recomendó objetivos más ambiciosos.

En los últimos 100 años la temperatura del planeta aumentó entre 0,3 y 0,6 por ciento, convirtiendo al presente siglo en el más cálido de los pasados 600 años.

El segundo informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) predijo que la temperatura de la Tierra subirá un promedio de dos grados a fines del siglo entrante.

La declaración adoptada por la Conferencia determina que los países industrializados tendrán que asumir compromisos en los campos de energía, transporte, industria, agricultura, bosques, manejo de desechos y otros renglones económicos.

Pero esta vez, los compromisos deberán ser cuantificados y legalmente vinculantes, con el objetivo de establecer limitaciones a las emisiones y, al mismo tiempo, reducciones "significativas", en plazos tales como los años 2005, 2010 y 2020.

Los países productores y exportadores de los combustibles fósiles, considerados el origen del mayor volumen de emanaciones, cuestionaron el desenvolvimiento de la Conferencia.

Arabia Saudita sostuvo que las deliberaciones carecieron de transparencia y de objetividad, al tiempo que usaron los informes científicos del IPCC en forma selectiva.

El representante saudita rechazó la declaración en nombre de su país y de Venezuela, Irán, Kuwait, Emiratos Arabes Unidos, Siria, Qatar, Jordania, Rusia, Nigeria, Omán, Bahrein, Sudán y Yemen.

Autoridades de la conferencia interpretaron que la mayoría de esos países estiman que las medida de reducción de emanaciones de gases incidirán en el consumo de combustibles fósiles, su fuente principal de ingresos económicos.

En cambio, Rusia cuestionó que los informes científicos omiten una definición precisa del significado de los "niveles peligrosos" de emanaciones de gases de efecto invernadero.

Los delegados rusos sostienen que una precisión sobre el "grado de peligro" será siempre subjetiva. A su vez, los científicos argumentan que la determinación sobre la peligrosidad corresponde a los políticos.

Los otros dos países que cuestionaron la declaración, Australia y Nueva Zelandia, objetaron la parte del texto que obliga a "objetivos vinculantes" a los países productores de emanaciones.

El presidente de la Conferencia, Chen Chimutengwende, ministro de Ambiente y Turismo de Zimbabwe, estimó que el proceso de negociación sólo empieza con la declaración de Ginebra.

Las negociaciones proseguirán en diciembre también en Ginebra, y concluirán durante la tercera Conferencia de las Partes, que se celebrará entre el 1 y el 12 de diciembre de 1997 en Kyoto, Japón.

William Hare, representante de Greenpeace para el cambio climático, declaró que en las negociaciones de Kyoto esperan conseguir una meta de reducción de 20 por ciento de las emanaciones de dióxido de carbono en el año 2005. (FIN/IPS/pc/dg/en/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe