ASIA-PACIFICO: Australia renueva lazos de seguridad con EE.UU.

La decisión del nuevo gobierno conservador australiano de mejorar su capacidad militar y estrechar su alianza con Estados Unidos, marca una discrepancia respecto a la anterior administración laborista, concentrada en tender puentes con Asia.

Además, los anunciados planes de impulsar la capacidad de combate retrotraen a los tiempos de la Guerra Fría, cuando las fuerzas australianas lucharon junto con militares estadounidenses en conflictos regionales.

En un discuro al parlamento federal en Canberra, el ministro de Defensa, Ian McLachlan, dijo la semana pasada que la coalición de gobierno liberal-nacional había comenzado a reforzar el "dinamismo político" de las relaciones entre Australia y EE.UU.

"El ambiente amenazador en el cual nuestras fuerzas podrían verse obligadas a actuar podría ser muy empeñativo", expresó.

Sin embargo, mientras previno contra alarmas injustificadas, dijo que fue simple decir que mayores gastos de defensa junto con avances tecnológicos "significan que las fuerzas militares de la región son mas poderosas que hace una década".

El presupuesto de defensa australiano asciende en la actualidad a 7.900 millones de dólares.

"Los intereses a largo plazo de Australia en Asia-Pacífico convergen ampliamente con aquellos de Estados Unidos. Nuestro enfoque debe ser el trabajo mancomunado para nuestra ventaja mutua y aquella de la región. Es una tarea destinada a mejorar el clima de seguridad regional en el siglo XXI", dijo.

Los lazos militares entre Australia y Estados Unidos en materia de seguridad regional se robustecieron durante la Guerra Fría, porque sus tropas combatieron flanco a flanco en la Guerra de Corea (1950-1953) y de Vietnam (1962-1975).

La decisión de enviar tropas australianas a Vietnam se materializó durante el gobierno conservador del extinto primer ministro Robert Menzies. Canberra dejó de estar involucrada en Indochina en 1972, durante la administración laborista del primer ministro Gough Witlam.

En los 13 años de gobierno laborista desde 1983 hasta marzo de este año, cuando la coalición liberal-nacional ganó las elecciones, se realizaron grandes esfuerzos para establecer vínculos regionales. Un aspecto importante quedó señalado cuando en diciembre último el primer ministro Paul Keating anunció un tratado de seguridad con Indonesia.

A comienzo de los años '90, la reducción de los presupuestos de defensa de Washington crearon expectativa y el entonces canciller australiano apuntó que los recortes llevaron a una reducción de la presencia estadounidense en Asia.

El cambio hacia un enfoque asiático más amplio se acentuó en 1994. El ex ministro de Defensa, Robert Ray, dijo entonces que Canberra tenía confianza que Washington seguiría estratégicamente ligada a la región Asia-Pacífico.

Ray apuntó que "es evidente que los americanos no consideran apropiado soportar solos la responsabilidad de garantizar la seguridad asiática".

Añadió que Australia, junto con sus vecinos de Asia-Pacífico, iba a necesitar cada vez más asumir responsabilidades por elementos básicos de seguridad regional.

Sin embargo, con la elección del nuevo gobierno del primer ministro John Howard, el péndulo volvió a oscilar.

Según McLachlan, el gobierno australiano dependerá en gran medida de su alianza con Estados Unidos y respaldará el compromiso de Washington en Asia-Pacífico.

Curiosamente, tanto McLachlan como el ministro de Exteriores, Alexander Downer, han visitado Washington recientemente. También el secretario de Estado, Warren Christofer, y aquel de Defensa, William Perry, realizarán una visita a Sidney el próximo fin de semana para realizar consultas sobre seguridad regional.

Las iniciativas para estrechar la alianza militar con Estados Unidos se producen en momentos de "rivalidad de poder, turbulencia e imprevisibilidad" en la región, como advirtió un analista político.

Un informe de Mohan Malik, director de estudios de defensa de la Universidad Deakin, predijo que en un futuro "previsible" podría estallar un conflicto de "intensidad mediana".

Una creciente competencia en la región sobre el control de los recursos energéticos, capitales y mercados, está en plena vigencia, observó. "Es inevitable que en el 2020 los socios económicos de hoy, Estados Unidos, Japón, China, ASEAN (Asociación de Naciones del Sudente Asiático) e India, a largo plazo se transformen en rivales y quizás en enemigos".

Afirmó que la combinación de un poderío militar en ascenso, competencia económica, disputas de recursos y destrucción del ambiente, podría resultar en "una mezcla explosiva que quizás comprometa la estabilidad de Asia Pacífico".

Robert Karniol, editor para Asia-Pacífico del semanario de defensa "Jane", con base en Bangkok, se mostró en total desacuerdo con el análisis de Malik.

"Está equivocado", aseguró en una entrevista con IPS. "Básicamente, estamos en un período de baja tensión, no de aumento de las fricciones. Todo parece más calmo. Creo que la región es más estable que hace una década". (FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ego/ip).

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